Rosa de los vientos

pilar Bensusan

Golpe ¿fallido o fingido?

CUANDO comenzó el golpe de estado en Turquía el pasado viernes, en un primer momento me recordó al fallido golpe de Tejero del famoso 23-F, con los tanques por las calles y la televisión tomada por los militares, pero conforme pasaban las horas he ido teniendo la sensación de que, más que ante un golpe fallido, nos encontramos ante un golpe fingido… en el que el cabeza de turco -nunca mejor dicho- es el clérigo Gülen, islámico moderado y defensor de la democracia y del diálogo interconfesional con el occidente cristiano, que, desde su exilio de Pensilvania, se ha convertido en el malo de la película para Erdogán y los suyos, que afirman que tiene un estado paralelo en la sombra, aunque aquél niega cualquier implicación y apunta a que se trata de una maniobra del propio presidente…

Y es que parece una rebelión de diseño que le permite a Erdogán hacer una purga en el ejército, no en vano ha dicho que el golpe es un regalo de Dios que servirá para limpiar el ejército… y ya ha detenido a 2.839 militares y a 2.745 jueces y fiscales, entre ellos un juez de la Corte Constitucional Alparslan Altan y diez del Danistay, equivalente al Consejo de Estado.

El endurecimiento del régimen está servido y Erdogán, que ha evolucionado desde el reformismo laico hacia la represión y la islamización de las instituciones, tiene la excusa perfecta para purgar éstas y reforzar su autoritarismo en un país castigado por el terrorismo de ISIS, el problema kurdo y el conflicto con el polvorín sirio, y con un trato más que dudoso a los refugiados…

Parece pues que más que ante un alzamiento fallido, estamos ante un golpe fingido, en el que los soldados creían estar de maniobras y sólo comprendieron lo que ocurría cuando se toparon con la muchedumbre alentada por Erdogán a salir a la calle mediante su famosa aparición telefónico-televisiva y por las redes sociales que tan poco le gustan.

Lo cierto es que este levantamiento, fallido o fingido, ha dejado un trágico balance de 265 muertos y 1.440 heridos, además de una gran tensión en las relaciones entre EEUU y Turquía, aliado clave, después de que el primer ministro turco Yildirim haya dicho que cualquier país que apoye al clérigo Gülem puede considerarse en guerra con Turquía, de que el propio Erdogán solicitase a Washington su extradición, y de que haya sido detenido el comandante de la base militar de Incirlik por complicidad con el golpe, cuando casualmente es desde este enclave desde donde EEUU realiza la mayoría de sus operaciones contra ISIS y tiene a 1.500 militares y personal civil de defensa. Hasta Kerry ha tenido que declarar que las insinuaciones sobre el rol de EEUU en el golpe de Estado fallido son totalmente falsas… y le pide a Erdogán "pruebas legítimas" de la participación de Gülem en el levantamiento.

De ser real el golpe y de haber vencido, quizás hubiera propiciado una mayor laicidad en las instituciones, ya que tradicionalmente el ejército turco se ha erigido en garante de la separación entre Estado y religión y ha impedido que Turquía se haya convertido en un siniestro reino medieval islamista radical. Preocupante situación que sólo agrava la inestabilidad internacional en la zona…

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios