Cambia, todo cambia

Granada y la Alhambra

Necesitamos limitar los alojamientos turísticos en el centro al tiempo que se redistribuye por el Cinturón

Esta semana volvíamos a recibir datos del éxito turístico de Granada. Desde hace unos años, nuestra ciudad está batiendo todos los récord de visitas, pernoctaciones y beneficios empresariales, aunque el modelo de crecimiento falla en algo fundamental: ni el empleo, ni los sueldos, ni tampoco las condiciones laborales en el turismo han mejorado al nivel que lo hacen las cuentas de resultados de los grandes empleadores. La cuestión es todavía más extrema en las cada vez más numerosas viviendas de alquiler turístico, pues la creación de empleo y los sueldos de quienes trabajan en estos alojamientos son sustancialmente menores a la media del sector.

Pero no se puede olvidar otro error que ahora mismo no está en las "mentes privilegiadas" de quienes nos gobiernan y tampoco de quienes dirigen el pujante sector turístico granadino. Los barrios centrales de Granada están alcanzando niveles de saturación turística que pueden afectar gravemente a esta industria tan importante al tiempo que degradan nuestra ciudad a marchas forzadas. Indicadores que señalan esto hay muchos, pero la mejor manera de saber lo que ocurre es pasear por Granada y preguntar a quienes todavía residen en los barrios afectados por la concentración de alojamientos turísticos.

La solución a este problema pasa por planificar y regular las actividades turísticas, especialmente los alquileres turísticos que proliferan en una parque pequeña de la ciudad que además es la más frágil y valiosa.

Pero la última novedad en el turismo granadino va por otro camino, se trata de un bono que garantiza una entrada a la Alhambra a quienes permanezcan dos noches en Granada siguiendo el repetido mantra de que quienes visiten el monumento nazarí deben pernoctar aquí. Esto es a priori loable y demuestra que hay vida en los despachos de la Plaza del Carmen, sin embargo los conflictos que puede generar se perciben cuando hacemos las cuentas: si el 100% de los 8.500 visitantes diarios de la Alhambra se quedaran dos noches en Granada las 17.000 plazas necesarias ocuparían todos los hoteles (12.118) y hostales (2.624), y además un porcentaje muy alto de los apartamentos turísticos.

Afortunadamente esto no va a pasar, porque además el bono es sólo para 1.000 entradas, pero es importante señalar el escenario porque es evidente que los barrios centrales de Granada ni pueden ni deben asumir toda la carga de turistas que visitan la Alhambra. Más que seguir apostando por un crecimiento sin sentido, necesitamos limitar los alojamientos turísticos (sobre todo los alquileres) en el centro al tiempo que se redistribuye el turismo al menos por el Área Metropolitana.

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