Horas antes del desembarco

'Cortez el asesino'pasa por ser uno de los himnos más célebres del ideario proindigenista

Como dejó escrito Les Luthiers, "cualquier tiempo pasado, fue anterior"; una frase divertida y desmitificadora sobre el modo de pensar de quienes utilizan a la historia como un dogma inamovible y para impedir cualquier cambio por pequeño que éste sea. Pero recurrir a la historia es siempre motivo de aprendizaje, porque desconocer lo que ha sucedido antes de nosotros "es como ser incesantemente niños", en opinión de Cicerón. La historia, si algo nos enseña, es que se repite y que los humanos aprendemos poco de ella y de nuestros errores. Hoy, por ejemplo, 22 de abril, se cumplen 503 años desde que Hernán Cortés desembarcó cerca de lo que hoy es el puerto de Veracruz. Y aún historiadores y políticos continúan discutiendo si aquello fue una buena o una pésima noticia.

Para el hippie más rebelde de todos los tiempos, el canadiense Neil Young, el asunto está muy claro. Enfrentado a los sudistas que añoraban los tiempos anteriores a la guerra civil norteamericana por el tema Sweet Home Alabama; enfrascado en mil disputas con las discográficas y con todos los presidentes republicanos; actualmente ha sido noticia por haber abandonado Spotify en protesta por la presencia en la plataforma de un podcast antivacunas. El bueno de Young incluyó en su álbum Zuma del año 1975, una hermosísima canción titulada Cortez el asesino, canción que fue prohibida en España, aunque se publicó íntegramente tras cambiar el nombre por Cortez, Cortez. La canción pasa por ser uno de los himnos más célebres del ideario proindigenista, describe la pugna entre Hernán Cortés y Moctezuma, pero en la última estrofa cambia de la tercera persona a la primera y se refiere a una mujer, que bien puede ser Malinche o la más probable Carrie Snodgress su primera mujer de la que acababa de separarse. Así que Young le estaba cantando a una mujer que le había roto el corazón y no tanto a una causa. En la biografía que Jimmy McDonough le dedicó, el autor le preguntó por la canción, a lo que el músico respondió: "¿Qué hago yo escribiendo sobre los aztecas en Cortez the Killer como si hubiera estado allí, vagando por ahí? Porque yo solo leí unos pocos libros". Si, Neil Young lo tildó de asesino, pero desconocía que Cortés y sus acompañantes eran unos muertos de hambre que intentaban buscarse la vida luchando contra otros seres humanos igual de desgraciados . Y es que, con el paso del tiempo, todos nuestros comportamientos se asemejan y sólo nos diferencian los nombres de quienes, por amor, nos impulsan a seguir viviendo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios