Guillermo / Ortega

IU, PA y fuerzas locales tienen la llave para 53 pactos de gobierno

Medio centenar de ayuntamientos, pendientes de los acuerdos · Los izquierdistas mantienen su idea de impedir gobiernos del PP · Para los andalucistas, los socios deberán asumir su ideología

Que si tenemos la llave? Yo prefiero decir que tenemos el pito del árbitro, el silbato, porque la gente lo que ha querido es que nadie tenga mayoría absoluta y que nosotros arbitremos".

El colegiado en cuestión es Antonio Ramón Molina, líder de Convocatoria por Loja. Su formación ha obtenido tres concejales y no ha ganado las elecciones en esa localidad, pero va a jugar un papel muy importante porque ni el PSOE, con diez ediles, ni menos aún el PP, con ocho, pueden gobernar en solitario. O sí podrían, pero en minoría, con los riesgos que eso conlleva.

En 53 de los 168 pueblos de la provincia ha habido un partido que ha ganado con mayoría relativa, lo que quiere decir que harán falta pactos formales o acuerdos puntuales para que los asuntos que lleven a los plenos no sean sistemáticamente rechazados. Y en cuestión de alianzas, ya se sabe que hay dos fórmulas: que el vencedor busque un socio (que sería lo más lógico, porque en teoría el ganador debe ostentar la responsabilidad de gobernar) o que se produzca un pacto entre dos o más formaciones que no ganaron, que es la menos recomendable desde el punto de vista de la higiene política pero que está permitida.

El ejemplo anterior es ilustrativo pero en realidad Convocatoria por Loja sólo tiene una llave (o un silbato). Los partidos que más cosas tienen que decir a partir de ahora en este terreno son, por este orden, Izquierda Unida, Partido Andalucista y Unión Progreso y Democracia.

Entre otras poblaciones, y mediante combinaciones más simples o más rocambolescas, IU tiene la posibilidad de cogobernar en Armilla, Albolote, Atarfe, Ogíjares, Peligros, Santa Fe, Íllora, Almuñécar o Salobreña.

Su comisión ejecutiva provincial se reúne hoy para analizar los resultados y la situación en la que queda el mapa provincial. Entonces se empezará a hablar de la posibilidad de pactar, pero la formación adelanta que su consigna siempre ha sido impedir que gobierne la derecha y facilitar los gobiernos progresistas, y eso seguramente se mantendrá.

Ahora bien, Manuel Ortiz, concejal de Guadix y componente de esa comisión ejecutiva, deja claras dos cosas: que cada asamblea local es soberana y tiene capacidad de decisión al margen de la consigna general (lo que quiere decir que puede rechazar un pacto con el PSOE aunque en tres poblaciones cercanas se acepte) y que los acuerdos no se hacen a cualquier precio, porque el objetivo no es gobernar por gobernar sino hacer una política de izquierdas.

Ortiz, que distingue entre un pacto estable para los cuatro años de mandato de los acuerdos puntuales que posibiliten la gobernabilidad, cosa esta última más accesible, concede también que las cosas serían más fáciles, siempre en teoría, en municipios donde hubiera que hacer únicamente un acuerdo bilateral (como Santa Fe o Peligros, donde bastaría un pacto con el PSOE) que un pacto a varias bandas, cosa que se necesitaría, por ejemplo, en Albolote. Ahí, además de con los socialistas, tendrían que unirse con el PA, y eso ya no les resulta tan agradable porque los andalucistas han propiciado no pocos gobiernos del PP.

Francisco Regidor, secretario provincial del PA, destaca que existen posibilidades de alcanzar cuotas de poder en pequeños núcleos como Albuñuelas, Villamena, Cuevas del Campo, Cortes de Baza, Benamaurel o Campotéjar. Otra cosa es que se haga.

"Los pactos con otros partidos dependerán siempre de que se respete la estrategia andalucista y de que haya una coherencia política. De lo contrario, preferimos quedarnos en la oposición porque no estamos por gobernar a cualquier precio", avisa el dirigente.

Por si lo anterior no ha quedado suficientemente claro, lo acota aún más: "Cualquier partido que quiera hacer un acuerdo de gobierno con nosotros, tendrá que adaptarse a nuestro proyecto ideológico".

Regidor no da más pistas porque su formación también va a reunirse en el transcurso de esta semana para analizar la situación. Sus resultados han sido pésimos en la capital, pero por el contrario han conseguido dos alcaldías por mayoría absoluta (Albuñán y Purullena) y 18.199 votos en toda la provincia, lo que significa casi cuatro mil más que en la convocatoria municipal de hace cuatro años.

Unión Progreso y Democracia podría tener algo que decir en los gobiernos de Armilla y Ogíjares, aunque eso implicaría los ya mencionados (y temidos) pactos a varias bandas, que siempre son complicados y muchas veces acaban mal.

Un componente de la dirección regional del partido, que prefiere omitir su nombre, recalca que UPyD marca como norma general no formar gobiernos con nadie "sino defender propuestas concretas", y adelanta que no está dispuesto a pactar, porque así lo marcan sus estatutos, con formaciones "que no apoyen la reforma de la Ley Electoral". Lo cual, evidentemente, complica bastante las cosas.

En cualquier caso, si una asamblea local se mostrara fervientemente a favor de un acuerdo de gobierno, éste tendría que ser autorizado por las direcciones regional y nacional, que también deberían dar el sí a la fórmula alternativa de acuerdos puntuales para permitir el gobierno de una determinada localidad. "A esa última opción somos más favorables", matiza.

Tampoco tienen claro qué harán en los municipios en los que su voto o su abstención sea clave en las sesiones de investidura. "Tendremos que ver cada caso en concreto para decidir si apoyamos a un candidato, si optamos por no votar...", finaliza.

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