La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Imagen de la política basura

Ayuso y compañía: la política basura muta políticos en frikis y frikis en políticos

Los personajes populares por su profesión degradados a frikis televisivos y los frikis televisivos ascendidos a personajes populares son el símbolo de la política española en lo que llevamos de siglo XXI. La alquimia de la telebasura ha logrado esta mutación de famosos en frikis y de frikis en famosos. La alquimia de los asesores de ideas degradadas a imagen o de imágenes vendidas como ideas ha logrado esta mutación de los políticos en frikis. Frikis, y esto es en realidad una tragedia, que nos gobiernan o aspiran a hacerlo.

La grotesca fotografía de Ayuso con aires a la vez de Sarah Bernard y de Dolorosa, de Bernarda Alba y de Antígona -todo en versión tan cutre y patética como cuando los telefrikis se disfrazan-se suma a la larga galería de Albert Rivera en pelotas en sus inicios políticos, las ministras de Zapatero posando para Vogue en la Moncloa, Pedro Sánchez con esmoquin y una mano femenina acariciándole la cara plagiando -es lo suyo-una portada de Harper's Bazaar, Soraya Saénz de Santamaría tirada por los suelos en plan mujer fatal de cine negro que más bien parecía la Jessica Rabbit de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Pablo Iglesias sentado en un café con unos guantes de boxeo y Garzón y Tania Sánchez posando para Vanity Fair, Abascal en su jaca emulando aquello de "por la terrible estepa castellana, / al destierro, con doce de los suyos / -polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga" o Pablo Casado fotografiándose en blanco y negro en un cuarto de baño con gesto atormentado de Henry Fonda meditando sobre el peso de la responsabilidad y la maldad humana en general en Doce hombres sin piedad.

¿Imaginan a Azaña fotografiado con una mano femenina acariciándole la cara, a Victoria Kent, Margarita Nelken o Clara Campoamor posando para una revista de modas, a Besteiro o Alcalá Zamora fotografiados en cueros para una campaña electoral, a Calvo Sotelo o Gil-Robles posando en su cuarto de baño o a la Pasionaria haciendo de Bernarda Alba o Mater Dolorosa para un periódico? Sin pesimismo alguno, con realismo, esto es lo que tenemos a derecha y a izquierda. Habría que botar más que votar a estos frikis que nos gobiernan o aspiran a hacerlo. Pero afortunadamente la única forma de hacerlo es a través de las urnas y desgraciadamente sólo se nos ofrece elegir entre lo malo y lo peor. Si es lo que nos merecemos o no, lo dejo al criterio del lector.

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