Imaginando el futuro

Se corre el riesgo de anticipar en demasía escenarios para los que aún quedan aspectos por resolver

La gran fatiga pandémica que afecta al conjunto de la sociedad es una evidencia que podemos percibir en cualquier ámbito en el que nos movamos o al que prestemos atención. Sin obviar que la pérdida de vidas humanas y el enorme daño a la economía son los efectos más duros a considerar, creo que si se pudiera calificar este periodo de más de un año en el que el conjunto de la sociedad estamos afectados por esta pandemia, uno de los elementos característicos es el de las limitaciones a la movilidad, que condicionan nuestra vida.

La incertidumbre y la fatiga caracterizan la vida social y eso conduce a una manera de afrontar el futuro que hace difícil el día a día de muchas personas. En este contexto, el avance que apreciamos en el proceso de vacunación ofrece expectativas para la solución definitiva, que cada vez se ve más cerca.

Pero, al tiempo, se corre el riesgo de anticipar en demasía ( y con exceso de optimismo) escenarios para los que aún cabe señalar que quedan aspectos relevantes por resolver. Aún vamos a sufrir mucho impacto en la salud y en la economía. No obstante, es comprensible que aspiremos a superar cuanto antes la situación que vivimos y que ello sea cada vez más necesario también desde el punto de vista psicológico.

Yo percibo que las personas y las familias de mi entorno aspiran a superar pronto esta situación para abrazar a familiares y amigos y disfrutar así de la posibilidad de la interacción social con amigos y familiares. También, percibo unas ganas inmensas de viajar casi con intención de "comerse el mundo".

El futuro ideal libre de Covid-19 abre opciones para el ocio, la mayor interacción social, el turismo y la cultura. Y esos asuntos pueden ser una base potente para la recuperación económica y, sobre eso, convendría trabajar para que fuera una recuperación sólida y sostenible. Por eso, el futuro debe alumbrar reformas importantes en la economía y en el modelo productivo modernizando todos los sectores y superando para ello importantes desafíos.

Deberíamos evitar los caminos cómodos para no perder oportunidades y, sobre todo, que la fatiga pandémica no nuble la capacidad de acertar en el futuro que podemos tener y aspirar. Para ello, con paciencia y con inteligencia, usemos el conocimiento y la concertación.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios