Cambia, todo cambia

Incendiar la Vega

Yo les recuerdo que en Granada sabemos defender lo nuestro y que con la comida no se juega

Ayer, 5 de junio, celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente, aunque dadas las circunstancias más que celebrarlo habría que lamentarlo. Los indicadores de contaminación, consumo de recursos y cambio climático son tan alarmantes como para que la mera posibilidad de un futuro sea la principal exigencia de la juventud concienciada. "Hay que actuar como si la casa estuviera en llamas", nos dice Greta Thunberg, "¿qué hay que hacer en caso de incendio?", se preguntan en su último libro Emilio Santiago Muiño y Héctor Tejero. Como señalan estos dos madrileños, habría que empezar a desarrollar en nuestro país el Green New Deal que han propuesto en EE UU Bernie Sanders y Alexandra Ocasio-Cortez.

Y mientras tanto, en el sur algunos siguen sin enterarse de que la peor parte de las catástrofes ambientales venideras las vamos a sufrir quienes estamos en la periferia y quienes no hayamos sido capaces de cuidar nuestros recursos y transformar nuestra economía. El nuevo gobierno de la Junta de Andalucía y sus posibles retoños municipales, que son conservadores, pero no de lo nuestro sino de sus privilegios, pretenden retomar la senda de la especulación inmobiliaria y la destrucción del territorio a través de la construcción de grandes carreteras que en Granada nos han situado como la tercera ciudad más atascada y la segunda más contaminada del país. Pareciera como si quienes gobiernan nuestras instituciones y la economía regional quisieran que dejemos de vivir en Granada, pues destacamos en polución atmosférica, en desempleo y en número de apartamentos turísticos por habitante…

Ayer 5 de junio, en la Comunidad de Regantes de la Acequia Gorda también celebramos el X aniversario de la victoria de la Vega Sur frente a la especulación. Justo antes de que nuestro país fuera aplastado por los cascajos de la burbuja inmobiliaria el gobierno andaluz intentó urbanizar este espacio agrario cuyos valores patrimoniales y productivos son únicos. Sin embargo, esta tropelía se vino abajo gracias a la potente alianza entre la ciudadanía más activa de Granada y quienes habían decidido que producir alimentos era su modo de vida.

Hoy estos agricultores y estas agricultoras ven amenazadas sus fértiles tierras y su actividad milenaria por nuevos intentos de asfaltar sus tierras. En este caso PP, Cs, y Vox quieren construir una autovía que atraviese la Vega Sur, y seguro que muchas más cosas. Si quieren 'incendiar la Vega' les recuerdo que en Granada sabemos defender lo nuestro y que con la comida no se juega, sobre todo con un futuro incierto como el de este siglo XXI.

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