Quousque tamdem

Luis Chacón

luisgchaconmartin@gmail.com

Incendiarios

La brigada de incendiarios que nos representa cree más rentable avivar los incendios que sofocarlos

Que la superioridad moral de la izquierda resulta insoportable y estragante es algo evidente. Basta escucharlos para concluir que han sido ellos, sólo ellos, los que acabaron con todas las dictaduras fascistas del mundo, trajeron la democracia y crearán el paraíso en la Tierra. Y en particular en España. Aunque lo cierto sea que quien apartó del poder al General Franco fueron la edad y un choque séptico consecuencia de las múltiples cirugías a las que fue sometido en las últimas semanas de su vida. Tan cierto como que el mismo legendario arrojo que dicen tener frente al fascismo se vuelve cándido arrobo si de dictaduras comunistas se trata.

No sé cuántas veces habrá que repetir que el hecho de ser antifascista -al igual que declararse anticomunista- no te convierte en demócrata. Es más, la democracia está reñida tanto con el fascismo como con el comunismo. Sencillamente, porque uno y otro niegan libertades básicas que son patrimonio irrenunciable de la arquitectura ideológica de cualquier sistema democrático que se precie de serlo.

Los discursos y actitudes del señor Iglesias, vicepresidente tercero del gobierno, y claro ejemplo del perfil político que comentamos, no se caracterizan precisamente por su respeto a la democracia. Suya fue aquella proclama de la "alerta antifascista" tras las elecciones andaluzas, las acusaciones a Vox de "querer dar un golpe de estado", sin aportar prueba alguna, o su insistente calificación como fascista a todo lo que tenga a su derecha, incluyendo la puerta del baño. Aunque utilice el mismo tono melifluo de un seminarista preconciliar, su oratoria suele ser incendiaria, insultante y chulesca con cualquiera que no le siga. Pero si la respuesta que se va a dar a esa falsa superioridad moral de la izquierda es el clasismo irredento de cierta derecha como la que representa la señora Álvarez de Toledo, aderezado con similares soflamas, sólo se conseguirá avivar el incendio para regocijo de los extremismos minoritarios y circunstanciales que representan Podemos y Vox.

Nadie es responsable más que de sus propios actos. Ni de los de sus padres, ni de cualesquiera otros con los que pueda relacionarse. Y lamentablemente, la brigada de incendiarios que nos representa a lo largo y ancho de todo el espectro político, en el Gobierno y en la oposición, deja claro que creen que es más rentable para sus intereses políticos avivar los incendios que sofocarlos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios