No, no es el día de la independencia de Granada y su reino, sino el día en que la gestión autónoma de nuestros propios intereses triunfe.

Y triunfará antes de lo que muchos esperan, no sólo porque es la única opción justa para nuestra tierra, de justicia histórica, social, económica, legal y democrática, sino también porque acabará de una vez con el detestable establishment político autonómico y local que llevamos padeciendo 40 años, plagado de egocéntricos, interesados, pancistas, clientela y parientes cuyo único objetivo es conservar sus sillones aún a costa de arrodillarse ante los dictados de sus partidos y ante Sevilla y Madrid. Y es que nada les importan los valores, el honor, la coherencia o los principios, lo único que mueve a esta detestable casta es mandar y cobrar.

El Granadexit es la única llave para salir de la cárcel andaluza en la que nos encerraron, a sabiendas de su injusticia e ilegalidad, los mandones de turno, que prefirieron hacer un mocho autonómico de dominación, desigual, discordante y asimétrico antes de dar a Granada la oportunidad ganada por el peso de su Historia.

Pero esta injusticia histórica, política, social y económica finalmente acabará, como acaban todos los atropellos a los pueblos convertidos en débiles y pobres cuando se les oprime y avasalla por culpa de una inútil casta de gobernantes, como la que nos ha caído en desgracia a los granadinos y a nuestro territorio. Y es que la opresión de Granada forma parte del ADN de esta infame ralea.

Por ello Granada vivirá su independence day de esta farsa y de esta falsa superestructura político-administrativa llamada Andalucía que no nos representa, y que sólo nos ha traído pobreza, retroceso, ninguneo y postergación a costa del progreso de Sevilla y de su universo vasallo.

El Granadexit es la clave de bóveda de nuestro autónomo camino hacia un mejor futuro. Es nuestro derecho constitucional y un deber de los granadinos conseguirlo, porque es nuestra obligación construir ese futuro que para nuestra tierra nos niegan desde Sevilla y Madrid.

La situación de nuestro territorio en un mapa autonómico incapaz e inoperante es insostenible y nuestro encaje en una autonomía propia llegará por vía del Granadexit, aunque la evidente crisis de nuestro Estado podría incluso llevarnos a una autodeterminación, si es que Bildu o ERC tumban a España, como pretenden.

Desde el máximo respeto a España y a nuestra Constitución, el Granadexit nos va a permitir construir nuestro propio destino con verdadera eficacia y servicio a los granadinos.