La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Indepes

Debe ser un izquierdismo novedoso unirse al burgués de toda la vida para exigir su reacción contra los pobres

Para ser independentista catalán pareciera necesario tener un estómago amplio más que un cerebro medio. Hay que "tragar" con sus líderes más de lo que se discierne de sus propuestas imposibles; deglutir con chungo descaro sus fake news secesionistas con la misma radicalidad con la que apagan su capacidad cerebral de discernimiento. Destaca entre todos el bien pagado President Quim, de quien Albert Boadella, Molt Honorable President de Tabarnia, tuiteó: "Una vez revisado por nuestros pediatras el encefalograma del President Torra, es falso que sea totalmente plano. Se observan ligeras colinas en el primer tramo correspondiente a la infancia".

Los indepes sólo usan la memoria política a conveniencia, o para recordar unos cuantos eslóganes de rima cansina más que las leyes que desmientan la posverdad de su relato. A la historia recurren para moldearla con la plastilina de su demagogia. Competir en demostrar antiespañolidad a insulto limpio es el último gran concurso virtual del gremio indepe.

Hay que tener el estómago grande y el cerebro obstruido por su obsesión republicana, para asumir con digestión silente que todo aquello que hicieron por la DUI era mentira, una manera de mostrar su exacerbado odio hacia España con mucho seny y más amor, aunque todos viéramos poco respeto a la ley. Tragarse eso de que lo de la ANC y Òmnium ante la sede de Hacienda, en realidad fue una performance nacionalista de merienda y paseo fraternal, sin más aspiración que seguir aspirando a conspirar y a poder continuar trincando sueldos inigualables por sus teatrillos. Que deberíamos aplaudirles su coraje, sus mentiras, incluso declararlos héroes.

Causa espanto ver con la naturalidad con la que los indepes han aceptado ver condenados a los pillavispas del procés por sisar de nuestros impuestos con el eficaz instrumento del tres per cent y todos los Palaus de la Música entre medias. Sin silbarles un poquito siquiera por tan refinado y descarado desfalco. ¡Qué estómago tienen!

Como moldeables son sus principios para declararse de izquierdas y levantar fronteras, o proclamar el egoísmo independentista como base de su lucha. Debe ser de un izquierdismo novedoso unirse al burgués de toda la vida para exigir su reacción contra los pobres de más allá de Lleida o Tarragona. Esos, antes que pobres son españoles. Y en esa revolución están unidas las burguesías y el proletariado catalán, con TV3 de pancartista vocinglera, en gozosa confluencia populista. ¡Ay Marx!

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