El pasado miércoles Pilar Llop, ministra de Justicia, firmaba decreto dando luz verde a tres indultos más aprobados por el Consejo de Ministros. Los delitos por los que resultaron condenados dos mujeres y un hombre eran sustracción de menores, homicidio y apropiación indebida. Razones de "justicia y equidad" motivaban los acuerdos adoptados. Hasta aquí, sólo nos daría para argumentar que el indulto, en manos de este gobierno, pueda parecer que no responde ya a su inicial concepción de medida extraordinaria para convertirse peligrosamente en una quiebra del principio de división de poderes y la necesaria autonomía del poder judicial.

Pero lo que me llama la atención, no es que no haya arrepentimiento, es que hay victoria y trofeo. Me refiero a la expresidenta de la Asociación Infancia Libre, que incumplió una sentencia que otorgaba la custodia al padre y tuvo al menor sin escolarizar durante un año. Pena de dos años y cuatro meses de prisión y cuatro de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad. El Ejecutivo del Sr. Sanchez decide rebajar la pena a dos años, para evitar su entrada en prisión, y conmutar la inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad por ciento ochenta días de trabajos en beneficio de la comunidad.

Para el Consejo de Ministros, en boca de su abanderada Irene Montero, es la mejor de las defensas, como ella dice, a las madres secuestradoras de sus hijos. Una ministro sin reparo en defender un delincuente condenado, y de paso aniquilar nuestro estado de derecho. "La Igualdad no será real hasta que no protejamos a las madres protectoras como María Salmerón, Juana Rivas, María Sevilla, Irene Costumero, que están defendiéndose a sí mismas y a sus hijos de la violencia machista". Entenderá n mi pavor a una sociedad donde sus Ministros se toman la justicia por su mano y se mofan nuestras instituciones.

Más. El preámbulo de la Ley del indulto establece que "no puede perjudicar los derechos de tercera persona. Por la misma razón no podrá concederse, y en todo caso no podrá llevarse a efecto, el indulto que cause perjuicio a tercero o lesione su derecho, ni el de pena impuesta por delito privado, si no ha otorgado el perdón al delincuente la parte ofendida. El respeto debido al derecho individual es causa suficientemente legítima de esta limitación impuesta al poder social". ¿Qué sucede con la pena de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad? ¿No afecta los derechos de un tercero perjudicado por el delito? ¿Se ha extralimitado burda y arbitrariamente el gobierno poniendo esta institución al servicio al servicio panfletario? No olvidemos que el indulto concede el perdón de la pena, pero no afecta a la condición del delito…

Es un hecho probado de la sentencia el que uno de los hijos manifestó: "me da miedo mi madre";" con ella vivía como en un cárcel, sin amigos y sin estudiar", "lo que mi madre quiere hacer es daño a mi padre y lo que no se da cuenta es que me lo está haciendo a mí", "me da miedo que mi madre me quite a mi hermana", "no me decía nunca por qué cambiábamos tanto de casa ni por qué no podía ver a mi padre". Juzguen ustedes. Yo ya lo hice…

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