La creación de 'AI Lab Granada' como centro de desarrollo de la inteligencia artificial en una iniciativa de Indra y la Universidad de Granada que contará con Google Cloud como socio tecnológico, es una muy buena noticia. La aplicabilidad de la inteligencia artificial abarca a casi todos lo ámbitos de la actividad humana y conseguir que Granada sea un espacio en el que se hagan aportaciones de vanguardia en este terreno tan innovador, puede ser algo revolucionario.

Una de la aplicaciones de la inteligencia artificial que más expectativas puede generar es la que se refiere al campo de la medicina. Precisamente se acaba de conocer la noticia por la que mediante el trabajo de la empresa DeepMind (propiedad de Google), se pueden hacer predicciones sobre las proteínas que pueden suponer enorme avances médicos. Es desde la inteligencia artificial desde donde se anuncia un gigantesco empuje a la bioquímica y hay que señalar que se abre una nueva era en la ciencia porque la empresa DeepMind, ha conseguido definir las formas de las proteínas que constituyen la base molecular del ser humano.

Al parecer, Google liberará los datos de manera pública y gratuita lo que lleva a pensar que puede suponer una revolución de conocimiento en el ámbito de la biología. Y a partir de aquí, con la enorme capacidad investigadora del ser humano combinada con la inteligencia artificial, es previsible una revolución en el mundo de la medicina.

Es verdad que todas esta cuestiones suponen un desafío de gobernanza por ejemplo en la gestión de la información que proviene y afecta a cuestiones esenciales del ser humano y que, por las expectativas que se generan, merece que sean gestionadas con garantías éticas y de sostenibilidad de costes. Pero da la impresión de que los avances son imparables y absolutamente disruptivos.

En este contexto, ¿qué puede hacer Granada? Por supuesto, lo que ha hecho, que no es otra cosa que usar una de las palancas más relevantes que están en nuestras manos: la fuerza y el potencial de nuestra Universidad. Esta iniciativa para la creación de 'Al Lab Granada' es un ejemplo del camino a seguir. Y estoy seguro que dará frutos que con el tiempo podremos apreciar con claridad.

Pero Granada debe hacer más. Granada tiene condiciones para hacer atractivo convertirse en un destino interesante para investigadores jóvenes y menos jóvenes que tengan potencial y quieran venir y quedarse en Granada, para que estas iniciativas arraiguen. Dar facilidades para vivir y para quedarse a vivir aquí es algo que desde las instituciones locales se puede y se debe hacer. Quienes vengan y estén en Granada deben estar y sentirse mimados por la ciudad.