Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Jartos

En Granada rechina la imposición subliminal de una jerga casi ininteligible como parte del adoctrinamiento en lo andaluz

Ahora que la tensión política internacional con la guerra de Ucrania es tan preocupante que no sólo nos deparará una crisis mayor que la pandémica, sino que además puede traernos una inverosímil WWIII, no está de más abordar ciertas 'cosas de casa' algo más distendidas, de las que estamos hartos, pero que, por ahora, seguimos aguantando…

Y es que los políticos andaluces y de su televisión vasalla -en la que el PSOE demostró más eficacia para el andalucismo adoctrinador que el PP, pese a sus intentos…-, no cejan en su afán de establecer un dialecto andalú para diferenciar la nacionalidad andaluza del resto de los españoles, al estilo de los fundamentalistas del bable o de la reconversión de los 9 dialectos vascuences en un remix inventado con el español.

Jartos, jartáá, jacer, je'yegao,¿jas senao?…, en fin, que "er jabla mi arma andalú" intenta imponerse desde la sevillana Junta por Bonilla y compañía y por los presentadores de Canal Sur, a los que seguro contratan en función de su impostada pronunciación en este inventado dialecto, y hasta subvencionan a programas, filmes o telefilmes que empleen este habla y acento tan forzados y poco naturales que han decidido convertir en idioma andalú.

Pero en Granada nos rechina esta imposición subliminal de una jerga prácticamente ininteligible para los granadinos, como parte del sutil adoctrinamiento en lo andaluz, máxime cuando por estos lares se construye el castellano bastante bien, aunque nuestro acento no sea el mejor.

¿Se imaginan que los granadinos quisiéramos imponer a los sevillanos un dialecto granadino y el acento de granááá? Y es que la 'triple a' abierta con que pronunciamos las palabras acabadas en 'ada', la 'e' abierta para las terminadas en 'er' -hacé por hacer-, o la 'o' abierta para las terminadas en 'os', podrían dar lugar, junto con cientos de modismos propios de nuestra tierra, a otro dialecto tan legítimo como el que pretende implantar Andalucía. Conforme al AFI, dicha a podría escribirse: ?, la e: ?, y la o: ?. Puestos a inventar idiomas…

Y es que los granadinos estamos ya bastante jartos de las imposiciones de Andalucía y de su relato falaz de una nacionalidad inventada, en un territorio artificial e inconstitucionalmente impuesto, como para tener que asimilar también la imposición "der jabla mi arma andalú", de manera subconsciente e inconsciente para nosotros, porque pegadiza es…

De seguir otros 40 años más escuchando esa jerga, terminaremos o harto o jartos. Por ahora, más que jartos, estamos hartos... Granada tarda ya en liberarse de tanta imposición.

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