Una interesante información periodística publicada ayer en el diario El País mostraba que las parejas jóvenes pueden alquilar un piso con precio asequible en sólo 13 de los 128 barrios de Madrid. Esta situación está bastante extendida en numerosas ciudades de España y constituye sin duda alguna uno de los problemas más relevantes en nuestra sociedad, que afecta en especial a la juventud.

Entre los aspectos positivos de haber desbloqueado la situación política y disponer de un Gobierno en España con plenos poderes, creo que debe destacarse la posibilidad de abordar una batería de medidas para hacer posible que esta problemática se pueda solucionar, consiguiendo que el acceso a una vivienda de alquiler digna y con precio asequible deje de ser una misión imposible.

En materia de vivienda, el programa del nuevo Gobierno contempla la puesta en marcha un Plan Estatal para la Rehabilitación de Viviendas con una financiación específica para la vivienda destinada al alquiler, con objetivos de rehabilitación de viviendas para la eficiencia energética y la reducción de la factura de la luz. Se contempla así el aislamiento térmico, la instalación de sistemas de calefacción y agua caliente eficientes o la iluminación de bajo consumo, entre otras medidas.

Creo que se deben impulsar las normativas necesarias para poner techo a las subidas abusivas de precios de alquiler en determinadas zonas de mercado tensionado, habilitando para ello a las comunidades autónomas y determinados ayuntamientos. La problemática de la vivienda de alquiler para la población en general y para los jóvenes en particular, debe llegar a las Cortes Generales para poder desarrollar un amplio debate político y social que culmine en medidas consensuadas y eficaces.

Uno de los asuntos que me parecen más relevantes para continuar consolidando a nuestra democracia como herramienta de progreso para la sociedad, se refiere a que seamos capaces de conseguir la celebración de debates en las Cortes sobre propuestas normativas que conlleven soluciones a los problemas que preocupan a la sociedad. Especial importancia tienen los debates de los problemas que afectan a los jóvenes y la articulación de las soluciones adecuadas que, además, deben contar con su participación activa.

En esta legislatura y con motivo del desarrollo y puesta en marcha de este programa del nuevo Gobierno en materia de vivienda, se abre una oportunidad interesante para normalizar la vida política española y, en particular, incorporar a la juventud a la solución de los desafíos de nuestro tiempo. Trabajemos para no frustrar expectativas.

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