Aún a riesgo de equivocarme opinando sobre un asunto que observo desde la distancia ya que ni soy británico ni vivo en el Reino Unido, el Brexit es un proceso del que se pueden (y deben) sacar lecciones para decisiones colectivas que se quieran abordar en el futuro.

Desde ese punto de vista sería muy interesante saber si, en el caso de que se repitiera el referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la posición mayoritaria de los ciudadanos sería también favorable al Brexit. Llama la atención que ante la enorme trascendencia económica y social de la salida de la Unión Europea, el debate que se produjo en la pre-campaña y en la campaña de aquel referéndum adoleciera de la información precisa y detallada para que la ciudadanía se pudiera pronunciar con el mayor fundamento posible sobre las consecuencias de salir de la Unión.

Lo que parece evidente desde la distancia es que hay muchos que se han arrepentido no sólo de haber votado en favor del Brexit sino en haber participado desde el Gobierno en la decisión de convocar un referéndum sobre este asunto.Esta es otra reflexión que circula desde hace algún tiempo en las altas esferas de la política cuando se aborda la pertinencia de someter a referéndum determinados asuntos de interés general.

Así, es común escuchar la afirmación de que en los tiempos que corren "los referéndums los carga el diablo" ya que, con la simplificación que caracteriza la manera de abordar los asuntos complejos en la sociedad actual, junto al potencial de manipulación que ofrecen las redes sociales, se corre el riesgo de condicionar a la mayoría social a decidir sin poder contar con todos los elementos necesarios.

Cabe preguntarse cuál es la posición de equilibrio que evite hurtar a la sociedad sus legítimas aspiraciones para opinar y a decidir sobre asuntos de interés general dejando exclusivamente en manos de los dirigentes ese espacio.

Por el contrario, cuál es la posición de equilibrio para evitar que estos dirigentes dejen de asumir sus responsabilidades llevando a la ciudadanía asuntos que les corresponden dada la complejidad de trasladar a la sociedad los elementos condicionantes para una decisión bien informada.

Un dilema este de enorme importancia y trascendencia para la calidad de la democracia y la salud de nuestro sistema de representatividad. Saquemos lecciones para el futuro de este trascendental proceso porque las cosas no van a ser igual sea cual sea la decisión última del Reino Unido.

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