Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Lejos del paraíso

No se dejen embaucar por los múltiples cantos de sirena que nos quedan por oír, sus pésimas gestiones municipales les delatan

Ahora que están tan de moda los impuestos, que, no olvidemos, los pagamos siempre los mismos, seguro que, de cara a las elecciones municipales, nos espera un bombardeo de propuestas por parte de todos los partidos políticos que se presentan al Ayuntamiento de Granada sobre que van a bajar este o aquel impuesto, y sobre que el futuro que preparan para Granada la conducirá al paraíso…

Pero, lejos del paraíso, Granada está abandonada, no ya política e institucionalmente por Andalucía y España, que lo está escandalosamente, sino abandonada también, dejada totalmente, por el consistorio local.

Pintadas en todas las fachadas, incluida la catedral, edificios ruinosos que aumentan en 30 más cada año, basura por doquier, calles sucias, mobiliario urbano destrozado, arboricidios, mutilaciones de árboles continuas, alcorques que se cementan en vez de reponer árboles, reposición nula de plantas, vegetación seca y machacada, botellas, latas, papeles y bolsas tiradas producto de botellones y despedidas de soltero, papeleras rotas o rebosantes de basura, bancos y farolas destrozados…, en fin, abandono y suciedad por doquier. Es más barato y cómodo no cuidar, no limpiar, no prohibir, no regar…, pero eso sí, cuando se aproximan las elecciones empiezan las obritas absurdas e innecesarias para que parezca que se está haciendo algo…

El deterioro de Granada es intolerable, no se puede permitir que un consistorio que nos ahoga con impuestos y multas tenga nuestra ciudad totalmente destrozada y descuidada.

Y lo más triste es que pueden bajarnos los impuestos locales, reduciendo a cambio el ingente número de asesores políticos que nos cuestan un pastizal, pueden eliminar agencias y racionalizar la administración local adelgazando su mastodóntico aparato, pueden establecer la tasa turística, que no pasa nada porque los turistas paguen 1-2 euros/día por el mantenimiento de una ciudad cada día más degradada, a la que, como siga así, van a terminar por no venir.

Hasta mayo todos los políticos, viejos conocidos que han gestionado los destinos de Granada conduciéndola hacia el ostracismo más absoluto, nos ofrecerán el paraíso para Granada y los granadinos. Pero no se dejen embaucar por los múltiples cantos de sirena que nos quedan por oír, sus pésimas gestiones municipales les delatan, gestiones que ha arrastrado a Granada hacia la lamentable situación en la que se encuentra, muy lejos del paraíso.

Es necesaria ya una nueva política, de proximidad efectiva a los problemas de Granada y los granadinos, de realismo municipal, en donde la ciudad y los vecinos sean lo primero. No alcanzaremos el paraíso, pero será un importante paso hacia una Granada mejor…

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios