Bloguero de arrabal

Pablo Alcázar

coleraquiles@gmail.com

Lewinsky en Plaza del Carmen

Sebastián Pérez se malicia que Luis Salvador y Onofre Miralles han comenzado a hacer mil bellaquerías bajo la mesa

Según las épocas, ciertas actividades no se han podido realizar en público. En el delicioso romance de Góngora (¡con lo que tenemos en mi pueblo con Góngora!), Hermana marica, el niño protagonista recibe como regalo de Barbolilla, la hija de la panadera, unas tortas con manteca, "porque a veces yo y ella", confiesa el chiquillo, "hacemos mil bellaquerías detrás de la puerta". Tampoco se podía conocer, cuando yo era niño, los misterios del sexo a la luz del día; ni la escuela ni la familia ni la pornografía -inaccesible entonces para un niño- se ocupaban de informarte. Y había que recoger datos bajo las faldas de la mesa camilla. So pretexto de animar las ascuas claudicantes de carbón del brasero, el niño servicial estudiaba la estructura corporal menos visible de las mujeres de la familia, y las cabrillas que el calor intenso provocaba en las piernas femeninas. Cuando Sebastián Pérez declaró el sábado pasado, tras dimitir como presidente del PP de Granada, que Salvador y Miralles tendrían que explicar qué iban a cocinar debajo de la mesa, ni se me pasó por la cabeza que este político zangolotino, verdadero animal político -que no, político animal-, estuviera hablando de alguna actividad sexual vergonzosa. Una expresión tan delicada, pensé, sólo puede haberla sacado de algún versículo del Cantar de los cantares de la Biblia familiar, sobre la que jura los cargos, o se la ha inspirado el Cristo de los Favores, del que es devoto y del que suele llevar una imagen micronizada a algunos actos oficiales. Pérez había declarado a la prensa: "Este señor (Salvador) con un concejal y medio está gobernando como si tuviera 20. ¿Por qué va con esa prepotencia? Que explique qué ocurre entre él y Vox y qué se está cociendo debajo de la mesa". Nada que ver con el sexo, me dije para mis adentros. Pero de pronto se me vinieron a la cabeza las evoluciones orquestales de la becaria Lewinsky debajo de la mesa de la Casa Blanca y ya no pude apartarlas de mi cabeza. Para mayor INRI, leo en los medios que el alcalde, posiblemente, dará la Comisión de Contratos a Miralles. Y la duda me corroe. ¿Llevará razón Sebastián Pérez? ¿Se está cocinando un completo bajo la mesa consistorial? Solo resta saber quién hará de Clinton y quién de becaria en la olla podrida que nos preparan.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios