Ahora que se acaba de publicar el sondeo de Electomanía, según el cual el 70,3% de los granadinos y el 56,5% de los almerienses está a favor de dividir Andalucía Oriental de Andalucía Occidental, como granadina que cree en la libertad y en la prosperidad que nos traerá el Granadexit, debo señalar que la libertad que pretende el Granadexit es una libertad sin ira.

Libertad sin ira, a pesar del pucherazo del referéndum del 28F1980, que nos introdujo en una CA en la que nunca se nos debió incluir.

Libertad sin ira, a pesar de las innumerables humillaciones, agravios, postergaciones y consiguiente ruina, orquestados deliberadamente desde el Gobierno de Andalucía durante 42 años.

Libertad sin ira, a pesar de la traición política para con nuestra tierra de los políticos electos por Granada, que han consentido o consienten, y/o han propiciado o propician nuestra preterición con tal de conservar sus sillones y seguir saliendo en la foto.

Libertad sin ira, a pesar de la confrontación que intentan generar los intransigentes que no permiten la diversidad de pensamiento y de opinión política.

Libertad sin ira, a pesar de los calificativos de independentistas o separatistas hacia un proyecto legítimo, constitucional y legal, cuando la primera premisa del Granadexit es el respeto a nuestra Constitución, que avala con claridad la posibilidad de constituirnos en una nueva CA dentro de España.

Libertad sin ira, aunque haya quien denomine a nuestros territorios históricos Andalucía Oriental, porque Granada no es Andalucía.

Libertad sin ira, porque Granada, junto con Almería, y/o Jaén, y/o Málaga, si fuere su deseo, puedan formar una autonomía distinta de Andalucía, pero hermana, como hermana también es Granada de Murcia, de Castilla-La Mancha, y del resto de CCAA que conforman o puedan conformar España, siempre en el respeto a la CE.

Libertad sin ira, porque a pesar de la difícil situación en que Andalucía y su Junta han colocado a Granada, aquí estamos los granadinos para luchar por Granada y su mañana autónomo.

Libertad sin ira, porque el Granadexit nos procurará la verdadera defensa de los intereses de Granada y los granadinos, económicos, laborales, sociales…, así como la defensa de nuestra identidad y tradiciones, poniéndolas por encima de cualquier otro interés.

Libertad pues para el Granadexit, porque los granadinos tenemos derecho a constituirnos en una CA propia, y no debería dramatizar la Junta andaluza al respecto, ya que, si es el sentir mayoritario -se lo han ganado a pulso-, Andalucía debería facilitar nuestra autonomía.

Libertad sin ira pues, sin rencor, pero libertad.