Gafas de cerca

Tacho Rufino

jirufino@grupojoly.com

La Libra de Faceboock

El año que viene, la red social Facebook pondrá en circulación -virtual, pero circulación- su propia moneda, a la que ha bautizado, aún nonata, como Libra. Una marca poco original para una divisa, pero que todo el universo mundo puede pronunciar, y además alude a la libertad, cosa que nunca resta, y el marketing lo sabe. Que una empresa cree su propia unidad de cambio es algo revolucionario. Con una moneda intervenida a conveniencia, el régimen chino no para de conquistar territorios comerciales y de modular tensiones monetarias en su país. Con una moneda sujeta a un tipo de cambio en toma y daca con otras monedas y sus economías, los países pueden engordar artificialmente o irse directamente a pudrirse en un corralito. Sea así o asado, lo que sí es una moneda es un instrumento de influencia asociado a un Estado. Cuanto más poderoso el Estado, más de referencia y más fuerte es su moneda. Pues eso: la Libra cuyo timbre ha venido de la mano de una página de internet para que alimentemos nuestra necesidad social responde a un asunto de poder. De poder creciente, de poder imparable. De trasvase de poder de lo público a lo privado.

Si usted es tan amable como para seguir este recuadro, me llamará cansino por recordar un dato. De las diez primeras compañías en dimensión ("capitalización bursátil" se llama el baremo: lo que costaría comprarlas), cinco de ellas son tecnológicas, y estadounidenses. Las cuatro primeras son Microsoft, Apple, Amazon… y Facebook. Cabe añadir que nunca antes en la historia la economía empresarial estuvo tan concentrada, lo cual, como principio esencial de la economía de mercado, es patológico. Y no conviene a los usuarios, clientes, gente de a pie; ni tampoco al poder de los gobiernos y Estados. Éstos se ven sustituidos por grandes corporaciones. Nada nuevo: siempre ha habido prestamistas, nacionalistas, multinacionales que han tenido pillado por ahí abajo a los países. Lo nuevo es que las grandes corporaciones en blue jeans y en Silicon Valley creen, a mil por hora, un nuevo panorama económico, incluida una nueva política monetaria mundial. Esperemos acontecimientos y cambios disruptivos a más no poder; ya mismo estamos extrayendo minerales de Marte, como en aquella película de Schwarzenegger. Es el curso de la Historia, y tengan esta pieza por una pataleta algo trasnochada. Si los tiempos cambian que es una barbaridad, cada vez la barbaridad muta más rápidamente. A ver cómo reaccionan Visa y sus pares. Qué vieja se vuelve la Nueva Economía. ¡Viva la Libra libre!

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