Lobos

Lo más preocupante no es el desahogo de unos exaltados, sino la estrategia que está detrás de ese desahogo

En el siglo XVI los lobos que bajaban de la Sierra a Granada daban tanto miedo que el Ayuntamiento pagaba 4 ducados por la piel de cada uno. Las pieles se exhibían en la que ahora se conoce como Plaza de los Lobos.

Los lobos de la Sierra fueron exterminados y ya no dan miedo. En el siglo XX daban más miedo los hombres lobo alemanes, una unidad de élite creada en 1944 para cometer asesinatos y sabotajes en territorio enemigo. En un discurso de 1945, Goebbels resumía así el espíritu de la unidad Werwolf: "Todos los medios son correctos para dañar al enemigo". Esta convicción la venía aplicando el propio Goebbels desde mucho antes, al usar la propaganda para incitar al odio y difundir lo que hoy se llaman fake-news.

Donald Trump es un discípulo aventajado de Goebbels. Sus últimas mentiras han animado esta semana a sus seguidores a asaltar el Capitolio. Entre aquellos ha llamado la atención un tal Jake Angeli. Este se hace llamar "el lobo de Yellowstone", aunque el otro día se disfrazó con unos cuernos de bisonte. Estos cambios en el animal de referencia quizá sean un intento de mostrar una personalidad compleja. Cualquier día Abascal se baja del caballo y se disfraza de toro Miura.

Hitler, Trump y Abascal comparten la convicción de que la democracia es solo uno de los posibles medios para alcanzar el poder. Lo del otro día en el Capitolio, más que un intento directo de tomar el poder es parte de una estrategia para recuperarlo dentro de cuatro años. Lo más preocupante no es el desahogo de unos exaltados, sino la estrategia que está detrás de ese desahogo. La estrategia de Trump también cuenta con los lobbies que representan el capitalismo más depredador y con quienes allí se sienten víctimas de la globalización. Hitler consiguió el poder absoluto tras las elecciones de 1933 gracias al apoyo de un partido llamado Zentrum y tardó tres semanas en liquidar la democracia parlamentaria. Un partido español que se dice de centro participa en gobiernos autonómicos y municipales con el apoyo de Vox.

Cuatro de los asaltantes al Capitolio perdieron la vida y muchos otros seguramente terminarán en la cárcel. Los últimos hombres lobo nazis eran niños fanatizados que se enfrentaron a los tanques rusos en las calles de Berlín y acabaron exterminados sin piedad, como los lobos granadinos. Más que a los hombres lobo, debemos temer a quienes se sirven de ellos.

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