palabra en el tiempo

Alejandro V. García

Lorca de nuevo

MIGUEL Caballero, el autor de un libro sobre las trece últimas horas de García Lorca, ha decidido buscar el cuerpo del poeta granadino por su cuenta. Caballero calcula que por apenas 3.000 euros podrá conocer si hay restos humanos en los Llanos de Corvera, una finca cercana al parque de Alfacar donde la Junta de Andalucía buscó hace años infructuosamente los cuerpos del poeta y de sus tres compañeros de fusilamiento. Con 3.000 euros y el permiso del propietario del terreno el investigador ha contratado un georradar y un arqueólogo para sondear en varios puntos el terreno. Si el resultado es positivo, es decir, si el detector halla indicios de restos humanos, solicitará los permisos necesarios para organizar una excavación formal. Con su iniciativa Caballero se asegura, de entrada, un probable libro de éxito y un documental para cuyo rodaje ya cuenta incluso con un productor y un somero pero suficiente equipo de filmación. El investigador no oculta su intención de hacer un documental al estilo de National Geographic, una empresa que ha producido miles de espacios semejantes con sustanciosos beneficios. El proyecto de Caballero equivale a algo así como la privatización de la búsqueda del Lorca. La Junta de Andalucía y, en concreto, la Consejería de Justicia, lo intentó con el pretexto de la aplicación estricta de la ley de Memoria Histórica pero después de semanas de búsqueda, y de contener a duras penas el circo mediático del que admiradores y familiares del poeta recelaban, arrojó la toalla. Los testimonios supuestamente verídicos sobre el lugar del enterramiento estaban equivocados. Debajo del famoso olivo no había más que rocas.

En teoría el proyecto de Caballero es viable. Del mismo modo que las asociaciones de la Memoria Histórica han emprendido la búsqueda de fusilados en determinados lugares señalados por los testigos el investigador podría emprender la suya en la zona donde, según Eduardo Molina Fajardo, fueron enterrados los cuatro cadáveres. Para ello cuenta con el permiso del propietario del terreno. Hasta ahora la única objeción (leve) ha provenido del Ayuntamiento de Alfacar que después de tres meses de cauto silencio se reunirá con el investigador para conocer a través suya el aparecer de otras administraciones. La Junta de Andalucía, sin embargo, no ha dicho nada, pero debería hacerlo cuanto antes y marcar las pautas a seguir no sólo para Caballero sino para otros investigadores que en el futuro se muestren dispuestos a horadar los montes de Alfacar o cualquier otra zona. De otro modo estaría aireando los agujeros de una ley que fue uno de los símbolos del mandato socialista.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios