La colmena

Magdalena Trillo

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¿Luis Salvador o Paco Cuenca?

En la Plaza del Carmen no sólo Cuenca se ve otra vez de alcalde; César Díaz dará que hablar... cuando toque La hoja de ruta de Sebastián Pérez, la "Cayetana" del PP de Granada

Luis Salvador, Francisco Cuenca, Sebastián Pérez y Onofre Miralles.

Luis Salvador, Francisco Cuenca, Sebastián Pérez y Onofre Miralles. / Carlos Gil

La llave la tiene Sebastián Pérez. Y lo paradójico es que son sus propios compañeros de partido (¡Al suelo que vienen los nuestros!) quienes se la han entregado y le han dado año y medio de motivos (de absoluto ninguneo por decirlo suavemente) para que pueda actuar sin perder el sueño. Incluso si decide dejar que Paco Cuenca vuelva a la Plaza del Carmen "por el bien de Granada". Para poner fin al "desgobierno actual". Porque no será dar la ciudad a los socialistas sino censurar a quienes no han sabido estar a la altura. El propio Rajoy se lo dijo hace años cuando el PP de Granada, el del bastión de Andrés Segovia, era un ejemplo nacional. Cuando ganaban y gobernaban: "Si alguna vez tienes que elegir entre Granada y el partido, siempre Granada".

Y eso es lo que está dispuesto a hacer. No ahora. Para conseguir el titular que todos los medios estamos buscando, que apoyaría una moción de censura promovida por el PSOE y Podemos-IU, tendremos que esperar a mayo. Ahí coincide con el alcalde cuando advierte que no son momentos de poner en cuestión la estabilidad en la capital sino de preocuparse por las "colas del hambre" que vuelven a ser la imagen más dura de la pandemia en la capital.

Desde el 15 de octubre las clases presenciales están suspendidas en la Universidad y no ha servido para nada. Tampoco el toque de queda, el cierre parcial de la hostelería ni el confinamiento perimetral. Granada se ha convertido ya en el punto negro del Covid en España: se ha instalado por encima del millar de nuevos contagios al día (la media nacional apenas supera los 400); el colectivo más vulnerable, el de los mayores, acumula las cifras más preocupantes de todo el país y en los hospitales hay ya una saturación inasumible. La segunda ola, como se temía, está siendo mucho más dura.

¿La solución es el confinamiento en casa? El presidente de la Junta ya ha advertido que será el "último recurso" pero nadie duda de que hoy se anunciarán medidas mucho más duras para toda Andalucía. El comité de expertos se reúne a media mañana y Juanma Moreno comparecerá para explicar la hoja de ruta que tendremos que asumir a partir del lunes. En el punto de mira está un cierre completo de bares y restaurantes, pero no de aulas. Es el complejo equilibrio del "grifo" al que suele aludir en sus intervenciones: encontrar un punto de apertura que ayude a combatir el virus (mientras no haya vacuna no hay más receta que limitar los contactos sociales) sin estrangular la economía. Sin volver a marzo.

Hablar de política en un contexto tan crítico, resucitar el 2+2 cuando el Covid golpea más fuerte, tal vez pueda resultar una frivolidad. Pero sólo si perdemos de perspectiva que también la gestión de la pandemia depende de la política. Porque son decisiones que se adoptan desde Madrid y Sevilla pero que se tienen que ejecutar a pie de barrio. Porque tan importante es la batalla urgente contra el coronavirus como el proyecto a corto y medio plazo que debería estar sobre la mesa para la reconstrucción.

Y precisamente Granada no está en circunstancias de desviarse de ese objetivo. Ni de alentar una crisis provocada en lugar de resolverla. El último intento de Moreno de buscar un sitio a quien durante décadas lo ha sido todo en el PP de Granada parecía una broma: mandarlo a Sevilla como adjunto al Defensor del Pueblo, un puesto burocrático capaz de enterrar al primero de la lista.

El PP tiene ahora medio año para desactivar la opción real de perder la capital granadina y debería hacerlo siendo consciente de que, incluso sin el expresidente del PP como alfil del tablero, lo que tiene en Granada es un auténtico polvorín: en seis meses ya vamos por el tercer inquilino en la sede provincial y en la Plaza del Carmen no sólo es Cuenca quien se ve de alcalde. A César Díaz ya le gustaba el bastón de mando en la época de Díaz Berbel y ahora está convencido de que será su momento, que podrá competir con Rocío Díaz o Marifrán Carazo.

¿Luis Salvador o Paco Cuenca? Hace un año, desde Vox decían que habían tenido que elegir entre "susto y muerte". En mayo, no sólo tendrá esa tesitura Sebastián Pérez; también el PP... Mientras, en lo que deberían estar todos los grupos es en gestionar un verdadero pacto de ciudad. No es mal consejo el de Rajoy: por una vez, elijamos Granada.

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