La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

MHP mentider Carles

Esos mismos gobernantes que impidieron el debate en el Parlament, hablan de golpe de Estado. Qué desfachatez

Rajoy y su gobierno estuvieron el viernes en Oviedo en la entrega de los Premios Princesa de Asturias. De allí se fueron a La Moncloa con la lección aprendida de primera mano. No ya por los discursos tan nítidos y de refuerzo del Estado de derecho del Rey, Junckers, Tusk o Tajani, sino estimulados por los All Blacks de Nueva Zelanda.

Tanto fue así que al día siguiente le plantaron un hispánico Haka al mismísimo Carles Puigdemont, que hará histórico aquel sabatino Consejo de Ministros. Con el mismo ímpetu con el que los neozelandeses escenifican esa danza mahorí antes de comenzar su lucha deportiva, Rajoy y sus ministros plantaron el artículo 155 de la Constitución en la misma puerta del Senado de España. El Gobierno pide la preceptiva autorización para restablecer la legalidad perturbada.

El Govern se sorprendió, pero sólo oficialmente. Carles Puigdemont lo provocó todo con su plan secesionista al plantear las leyes de referéndum y transitoriedad con las que pretendía romper la piel de toro por su esquina superior derecha. Si bien el Senado tiene una semana para tomar una decisión, el Procés no fue tan generoso en aquel trámite. Incluso hay oportunidad de que Puigdemont pueda asistir a la Comisión creada al efecto en la cámara Alta y alegue lo que estime conveniente contra la propuesta del Gobierno. En el Parlament, sin embargo, cambiaron el orden del día una hora antes de hacer la propuesta.

Inútil fue la posibilidad de hacer enmiendas por falta de tiempo, incluso de poder tomar turnos de palabra para discutir los artículos de las leyes de ruptura. Ya se encargó Forcadell de imponer un trámite que ni el propio reglamento del Parlament avalaba.

Infructuosos fueron los informes de advertencia de los letrados y del secretario general de la Cámara. Ni siquiera el sentido común les frenó. Cerraron el Parlament. Y así sigue, por cierto.

Esos mismos gobernantes que impidieron el debate plural y diverso en el Parlament, hoy hablan de golpe de Estado del Gobierno. Qué desfachatez. Ellos, que ni siquiera respetaron su propia normativa, que les importa un bledo lo que diga la legislación estatal, la legalidad y los autos y sentencias del Tribunal Constitucional, se suben a la parra de la demagogia con descaro. Ay Carles, Carles, MHP mentider primer de Catalunya .

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