Mando único

Ahora Podemos aprovecha para ir convirtiendo nuestro país en la Venezuela o la Grecia de sus sueños

Mando único no significa que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez decida, él solo, con algunos miembros de su Gobierno de coalición, las decisiones que han de salvar, lo antes posible, a España. Mando único significa que una voz , previas reuniones constantes con todos los líderes de las comunidades autónomas, con los empresarios, con los autónomos, con los sanitarios, con los expertos, con los lideres internacionales, con la Corona, con todos los que forman los pilares de nuestra sociedad democrática, traslade las decisiones a la nación. Mando único no es la buena suerte sobrevenida del infortunio que vivimos en España. Este Gobierno nacional parece que tiene siempre la suerte de cara. O hace que las desgracias le favorezcan. La desgracia de haber llegado a formar Gobierno con la extrema izquierda deseosa de nacionalizarlo todo, de comprar a los medios de comunicación... Se rompe el sistema económico, se rompe el sistema sanitario, se rompe el sistema democrático, se rompe el sistema social y ahora Podemos aprovecha para ir convirtiendo nuestro país en la Venezuela o la Grecia de sus sueños. El mando único no otorga el cierre del Congreso, donde se debe dar cuentas, obligadas, y escuchar a tus leales opositores. El presidente, cuando le conviene, y lo volverá a hacer previsiblemente este fin de semana, volverá a pedir el apoyo en el Parlamento para que continuemos encerrados en nuestras casas y en consecuencia, pararlo casi todo. Estoy de acuerdo en que el confinamiento es una vacuna para acabar con la propagación del virus. Pero también facilitando protección a sanitarios y a todos los ciudadanos. El cabreo que tanto me irrita me deriva a la más seria y contundente exigencia de que Sanchez, el hombre soberbio que no mira a los ojos, debe levantar de una vez la cabeza, escuchar, mirar a la cara de quienes le ofrecen ideas y le muestran apoyo. O es un orgulloso peligroso que cree que él solo puede arreglar semejante catástrofe de la que nadie sabe adivinar cómo vamos a salir de ella. Una cosa son las emociones que ganan puntos al unirnos mas con los nuestros. Otra es cómo saldremos tras esta situación de guerra, arruinados. Y todo porque esta crisis no está bien gestionada por culpa de un soberbio que está convencido de que él solo, con su socio de gobierno, aprovechando para hacer política ideológica, lo ve como su gran momento y nos está haciendo sufrir más de lo necesario. Habrá una era Post-Covid19. Los españoles somos los que , en verdad, estamos dando ejemplo y dignidad ante una situación que deberemos calificar en las urnas.

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