La palabra cogobernanza no existe en el diccionario de la RAE. Es una de las muchas invenciones propagandísticas de Sánchez. La que existe es gobernanza: "Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía". El Gobierno ha fracasado en lo económico (y no sólo a causa de los devastadores efectos de la pandemia), fracturado lo social fomentando el frentismo, destrozado la maltrecha educación, apostado por el cortoplacismo en vez de por lo duradero y dañado el equilibrio entre los poderes del Estado.

El caso del Gobierno de Sánchez & Iglesias recuerda al de Illa: le dieron un ministerio casi sin competencias con los ojos puestos en Cataluña y se encontró con la pandemia. Pone los pelos de punta recordar lo que dijo un dirigente de los socialistas catalanes cuando supo que asumía la cartera de Sanidad: "Espero que no tenga que lidiar con ninguna gran epidemia o algún bicho raro". Pues tuvo que lidiar con él. Y si esta lidia tuviera presidente le habrían sacado el pañuelo verde no al toro del virus, sino a él, devolviéndole a los corrales catalanes como ahora hacen cumpliendo lo que se pactó tan en secreto que mintió 24 horas antes de que se hiciera pública su candidatura, afirmando que Iceta "es la persona que está en mejores condiciones para abanderar este cambio".

Al Gobierno le sucede algo parecido. Nacido para el populismo se encontró con la pandemia. Primero tomó (malamente) las riendas y algunos virreyes autonómicos se equivocaron criticándolo. Después inventó la cogobernanza para escurrir el bulto y echar las responsabilidades sobre las autonomías sin molestarse en llevar a cabo la reforma legislativa prometida en mayo, según Carmen Calvo "para darnos instrumentos para poder navegar cualquier situación que pueda perturbarnos". Lo que nos lleva a la situación actual de presidentes autonómicos gestionando la tercera ola sin la prometida reforma legislativa que permitiría una respuesta unitaria y mendigando a Madrid que amplíe sus competencias. A lo que Illa les responde, mintiendo, que "disponen de las herramientas legales para doblegar la tercera ola". Mientras, en Andalucía, se registran 68.013 (+1.213) casos en Sevilla o 52.028 (+669) en Granada.