ESTE verano está siendo algo difícil relajarse tumbado al sol estival -lo único que por ahora es gratis- entre tanta prima de riesgo, agencias de calificación, caídas de la bolsa, amenazas de rescate, recortes, Banco Central Europeo y Merkel, sobre todo Merkel…

Y es que intentas distraerte en la orilla con el vaivén de las olas y echas una miradita a la arena y allí está ella… Mires donde mires, hay Merkels por todas partes, y si te quedas dormido en la tumbona, Doña Ángela es también la protagonista de cualquier sueño, convertido en auténtica en pesadilla, siendo recurrente aquél en el que la canciller alemana nos persigue a los españoles con unas tijeras gigantes. Será cosa de la angustia económica, pero la merkelmanía se extiende entre los españoles, y ya el 51,4% tiene una opinión mala o muy mala de la canciller de hierro, según el sondeo de NC Report. Aunque la animadversión es ya de tal calibre que en los países del sur de Europa la prensa está empezando a considerarla como la enemigo público número uno. En Grecia es la persona más odiada desde hace varios años, tendencia que empieza a crecer en España e Italia, en donde, sin ir más lejos, la portada de Il Giornale del pasado día 3 mostraba una fotografía suya bajo el titular de "El Cuarto Reich". Mala prensa que Merkel va cosechando también en la mismísima Alemania, cuyos medios subrayan la creciente soledad de una canciller que, según Frankfurter Allgemeine Zeitung, gestiona sus decisiones sobre Europa como si de una tienda se tratase. También se despachan a gusto Newsweek, New Statesman o Crash.

Total, que el Merkel-verano se impone, y ni la canción del verano, ni los juegos olímpicos, ni la relajante melodía de las olas nos van a hacer olvidar a la dichosa canciller.

Si estás viendo las olimpiadas y hay atletas alemanes en competición, piensas que en cualquier momento aparecerá un sonriente primer plano de su cara en la pantalla de tu TV, si te pica una medusa, te acuerdas de los tentáculos de Merkel, y si lees prensa o ves telediarios, ella es la protagonista absoluta del trágico culebrón que ya padecemos millones de europeos. Y es que hay otra vida para la economía europea al margen de Doña Ángela, siendo ya muchas las voces que se alzan en este sentido, hasta desde el mismísimo Bundesbank se han realizado comentarios críticos.

Y mientras esta señora y otros que le hacen demasiado caso dirigen nuestro futuro económico, el único consuelo que, por ahora, nos queda a los simples mortales es bañarnos, pasear por la playa o tomar algo en el chiringuito antes del subidón del IVA, sin olvidar que son muchos los que ni siquiera van a poder disfrutar de vacaciones porque las cuentas corrientes de los españoles están en auténticos números rojos.

Esperemos que el Cuarto Reich de Merkel no termine por instalarse definitivamente en nuestras vidas, quizás las profecías del 2012 de los mayas se referían la canciller como terminator del mundo conocido… En fin, tómenlo con calma porque algún tipo de merkel-apocalipsis nos espera…