La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Miedos de unos y otros

¿Miedo en Cataluña? Lo hay. Los ciudadanos democráticos lo tienen a los golpistas y a los radicales, y éstos a la ley

Grupos radicales organizados van a intentar convertir el 1 de octubre en una batalla campal. El grupo navarro Zabaldi y unas Brigadas Solidarias con Cataluña movidas por Herritar Batasuna están organizando expediciones en autobús convocadas por lemas como "día de lucha", "acabar con la monarkía", "movilización popular hasta la victoria" o "Cataluña y Euskalerría juntos por el mismo camino". En Barcelona la CUP está formando en los barrios comités de defensa del referéndum. Aluden cínicamente al "ambiente de miedo" que según ellos quiere imponer el Gobierno (¡El Gobierno! ¿Dónde ha estado y qué ha hecho, este y los anteriores, hasta ahora?). Aunque en el fondo pueden tener razón. Hay miedo. Los ciudadanos pacíficos y democráticos se lo tienen a los parlamentos golpistas, al acoso nacionalista a los niños en los colegios (el caso del hijo del guardia civil que tuvo que aguantar que la profesora acusara ante toda la clase al cuerpo al que su padre pertenece), a los vacaburros que toman las calles para quemar coches y contenedores o destrozar negocios… Y a su vez los golpistas, como todos los delincuentes, temen a la ley, a su aplicación por los jueces o a su defensa por la policía. Entonces hablan, como se ha hecho desde Unidos Podemos, de "lógica de guerra" para referirse a la aplicación de las leyes.

¿Qué guerra ni qué puñetas? Se trata de impedir un referéndum inconstitucional, de abortar un golpe de estado secesionista y de garantizar la seguridad ciudadana, no solo previendo posibles desórdenes motivados por los cierres de los falsos colegios electorales en los que, si pueden, instalarán las falsas urnas de este ilegal referéndum, sino también las concentraciones de radicales de Navarra, el País Vasco y tal vez otros puntos de Europa.

¿Ambiente de miedo en Cataluña? Lo hay. Los ciudadanos democráticos lo tienen a los golpistas, ya sean burgueses del PDeCAT o radicales de la CUP y sus colegas podemitas; y los golpistas secesionistas lo tienen a las fuerzas de orden público como sucede, hay que repetirlo, con todos los delincuentes. Y no me vengan con los grupúsculos del "a por ellos" para justificarse. Son pocos y, lo más importante, Interior ha desautorizado estas manifestaciones. Lo del 1 de octubre, en cambio, se ha tramado desde la Generalitat y partidos políticos con responsabilidades de gobierno. Los golpistas no siempre son de derechas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios