Una sola imagen es capaz de hacernos reflexionar sobre el año tan atípico que vivimos. Una monja pasea, paraguas en mano, mientras en un cartel publicitario se anuncia la Costa de Granada. El eslogan, ya deslucido por la lluvia, reza: "Es tiempo de Playa Granada. Ven sin prisa". Desde luego que ayer no era el día de ir a visitarla (y menos con las restricciones de por medio). Pasan las estaciones y seguimos teniendo las mismas preocupaciones: qué pasará con nuestro futuro, con nuestros trabajos, con la salud de familiares y amigos. Y un único deseo: que la pandemia pase.