Ahora que las luces navideñas ya dan ambiente festivo a nuestras ciudades invitándonos a consumir más y con ello contribuir a la mejora de economía nacional, nuestro particular Santa Klaus-Montoro ha decidido echarnos el primer jarro de agua fría de la legislatura anunciando un paquete de medidas fiscales destinadas a sanear las cuentas públicas a costa de volvernos a saquear el bolsillo a los ciudadanos, y eso que habían prometido no subir los impuestos…, por ello, Fátima Báñez, al más puro estilo cínico-Montoro, ha intentado vendernos la moto de que no se incumple esa promesa, sino que únicamente se pide un esfuerzo solidario…

Se trata de impuestos indirectos, que ya sabemos que son los que nos igualan a todos por abajo, ya que lo mismo le cuesta el litro de gasolina a los millonarios que no tienen demasiado saneadas sus cuentas con Hacienda, como Ronaldo o Messi, cuando llenan el depósito de sus Porsches, Ferraris o Lamborghinis, que a los humildes ciudadanos que utilizamos Seat, Ford o Hyundais. Pues ahora, en este nuevo Montoro Christmas, le ha tocado el turno al tabaco, al alcohol y a las bebidas azucaradas en esa búsqueda desesperada del Gobierno de los 5.000 millones de euros que le faltan para que cuadren las cuentas entre España y Europa.

Aunque ni fume ni beba, pienso que hay que tener rostro para vendernos esta nueva subida como si de una ayudita para nuestra salud se tratase, por lo que no se extrañen de que en breve Montoro grave también los bocadillos de chorizo o de morcilla… Que el fumar mata lo saben todos los fumadores, a quienes no creo que disuada esta subida, y volver a tocar la fiscalidad del tabaco podría salirle rana al ejecutivo y no traducirse en una mayor recaudación. Recuerden la pifia de Elena Salgado en el último Gobierno socialista, que pretendiendo obtener 700 millones de euros más de recaudación subiendo el precio del tabaco, lo único que consiguió fue recaudar 200 millones menos. En cuanto al alcohol, tampoco pienso que quienes beben lo hagan menos por el nuevo impuestazo, aunque, para que no se le echen encima todos los aficionados al tapeo, el Gobierno ha decidido dejar fuera de la subida impositiva a la cerveza y al vino.

Lo más sorprendente, que nos vendan la subida de la coca-cola, la fanta o el sprite como una excusa para recuperar la línea, aunque espero que los que la tomamos zero o light no tengamos que pagarle el impuestazo a quienes la prefieren con azúcar, porque sería ya la repera.

Y es que la intención del bueno de Montoro con estos regalitos de Navidad no es sacarnos la pasta, o, mejor dicho, más pasta todavía, sino alejarnos del consumo de estas "externalidades negativas" por nuestro bien, para mejorar nuestra salud y para combatir la obesidad, ya que está muy interesado en nuestro bienestar físico…

Ante esta subida fruto de un acuerdo entre PP y PSOE -puenteando a Ciudadanos-, recordemos que menos mal que Rajoy gobierna en minoría, porque si no, quién sabe qué impuestazos nos hubieran caído en desgracia, eso sí, todos serían para el bien de nuestra salud y para el mal de nuestros bolsillos…