Perdiendo el norte

Morir de éxito

Granada, contando con el patrimonio o la naturaleza que tiene, no sabe 'explotarlo' como hacen otros territorios

Para nada me sorprende el resultado de la Encuesta de Coyuntura Turística de la Junta. Te contaba en la radio hace unos días que Granada es la provincia andaluza con peores notas de los visitantes en playas, restauración, alojamientos y relación precio/servicio.

Es cierto que todas las notas que recibimos están por encima del ocho sobre diez. Es cierto que son buenas notas, pero también lo es que el resto de provincias nos han mojado la oreja. Hemos llegado aquí extasiados por la constatación de que la Alhambra es la gallina que cada día nos seguirá suministrando huevos esforzándonos lo justo.

Siempre miramos a las instituciones y, en este caso, también tienen responsabilidad ya que Granada, contando con el patrimonio o la naturaleza que tiene, no sabe 'explotarlo' como hacen otros territorios. Jaén roza la excelencia en todos los aspectos valorados, por ejemplo. No destacamos en eso, ni en información y señalización turística. Así que, hay mucho que hacer. También en las playas.

Pero si no alcanzamos la excelencia en restauración, ni en alojamientos, ni en trato ni en relación calidad/precio, es por simple (ir)responsabilidad de las empresas. El hoy presidente de la patronal hostelera, Gregorio García, ya aludió hace años a la necesidad de mejorar las condiciones en las que acogemos a nuestros visitantes y a los clientes en general. Sus palabras no solo cayeron mal y fueron censuradas, sino que sus colegas le escupieron a la cara y lo arrinconaron durante años.

Querido Gregorio: las encuestas de la Junta te dan la razón trimestre a trimestre. Y se hace poco o nada por mejorar. Ahora me consta que vuelves a estar empeñado en avanzar en esto. Ojalá lo consigas.

El sector solo sabe llorar. Incluso lloraba en Granada cuando las cosas le iban bien, cuando los clientes no cabían, cuando las cajas registradoras rebosaban. Aún en ese momento, el sector lloraba mientras se forraba y explotaba (como hace casi siempre de forma bastante generalizada -sálvese el que pueda-) a sus trabajadores, con contratos de cuatro horas para jornadas laborales que se prolongaban más de 10. Y con sueldos de miseria. Y ahora se quejan de no encontrar personal…

Los empresarios turísticos de Granada pueden mejorar su producto. Deben mejorar. Que no me cuenten cuentos de rentabilidad y demás: sus colegas de Jaén tienen los mismos condicionantes y reciben un 10. Las milongas, para otros. Os habéis dormido en los laureles mirando a la madre Alhambra. Se puede morir de éxito: ¡cuidadín!

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