Los nuevos tiempos

César De Requesens

crequesens@gmail.com

Mujer solar

Vivir no es fácil si hay verdad con vocación de hacerse realidad más presente aún cada día

Fue con el siglo recién estrenado que vino nuestra linda mujer solar a completarnos la vida. Fue hermoso, doloroso. Fue clara su llegada y desde el principio pensé y sentí que es a quien más quiero mujer libre y libre veo ahora que crece mi hija "como chopo que al cielo se despereza", como le recito a veces en plan poesía, "pero no mía, ni de Dios ni de nadie, ni tuya siquiera", como le recuerdo de día en día.

Sí. Yo vi nacer a una mujer y fue como una explosión en la vida. Nace una hija y te transforma, como debe ser, es para lo que llegan, para cambiar las cosas y trastocarnos la vida.

Crecer la he visto como al siglo que la vio nacer. Y no fue fácil. Ni el comienzo del siglo, ni ser padre, ni llevarla hasta hoy. Nada es fácil cuando hablamos de vida genuina: rompe el capullo para ser flor y belleza que se expande al sol cada primavera. Y así ha sido: cada tiempo de las flores un poco más se ha extendido esa vida, extendiendo sus brazos hasta alcanzar otros brazos, como debe ser si es vital la imagen vivida.

Sé que nada va a parar ya ese vivirse en su ser que es la vocación primera como siempre ha sido. Tampoco esto fue fácil: nada lo es si naciste mujer. Hubo barreras de incomprensión, de invisibles imposiciones de la sociedad establecida. Pero ella y ellas y todos quisimos ser más que sus barreras y así hoy triunfa para ella y para todas una libertad que se afianza a golpes de voluntad para perpetuarse en las que seguirán este camino emprendido, cadena humana de mujer que alumbra mujer y pasa el testigo, relevo natural, sabiduría acrecentada con el pasar de los tiempos que con lucidez vivimos.

Vivir no es fácil si hay verdad con vocación de hacerse realidad más presente aún cada día.

Queda mucho camino por delante. Nunca el ser está completo mientras quede espacio por crecer. Ser mujer en plenitud tiene sus cosas: la ilusión debe concretarse en acción y en ello está, como lo están todas las mujeres nacidas con el siglo, enseñándonos con su mero existir que era posible esta realidad nueva que vivimos de ver los sueños materializarse en otra humanidad que llama a las mujeres por su nombre propio. Como debía ser. Como será ya. Como lo es esa mujer ya mayor de edad a quien vi nacer, crecer y ser felicidad, como quería ser y permanecer. Gracias hija solar, por ser.

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