Todos los partidos con ediles en el Ayuntamiento de Granada van a presentar a un hombre como cabeza de lista para las elecciones de mayo, excepto Vamos Granada cuya lista está encabezada no por una, sino por dos mujeres, Marta Gutiérrez y Mayte Olalla, acompañadas de otro referente municipal, Lola Ruiz. Lo que ellas han aportado a Granada desde la Plaza del Carmen constituye el ejemplo más claro del importante papel que las mujeres deberían tener en nuestra ciudad. Han sido adalides contra la corrupción y el mal gobierno, venga del partido que venga. Han asumido sin dudarlo los retos a los que nos enfrentamos para reducir la contaminación, por ejemplo apostando porque el transporte público, que es utilizado mayoritariamente por mujeres, tenga prioridad respecto al vehículo privado. Y han fomentado el diálogo y el entendimiento para y por Granada frente a la crispación y a los insultos que han tenido que aguantar en los plenos del Ayuntamiento.

El funcionamiento de los partidos y el sistema electoral de nuestro país son responsables directos de la desigualdad evidente en la participación política de las mujeres, algo que repercute negativamente en el conjunto de la sociedad y sobre todo en las propias mujeres. Si en las elecciones municipales se votara con listas abiertas los mangoneos internos de los partidos serían menos efectivos y estoy seguro de que habría más mujeres valiosas en nuestro Consistorio. El poder de los aparatos partidarios es masculino y sus formas de actuar son claramente patriarcales, por lo que a las mujeres les cuesta mucho más sobrevivir en esos juegos de tronos. De ahí que sólo Vamos Granada, la candidatura más fresca y más pegada a las necesidades de nuestra ciudad, sea al mismo tiempo la que más mujeres incluya en los primeros puestos: 6 sobre 10 porque la ley impide que haya más.

Así, junto a Marta, Lola y Mayte, hay otras tres excelentes mujeres en esta lista donde el feminismo se hace realidad a través de sus legítimas representantes. Vamos Granada cuenta con la psicóloga de la Diputación, Leticia García Panal, que representa los valores feministas de aquel Podemos que ilusionó a tanta gente diversa en el año 2015. También está Nikolina Dimitrov, traductora y profesora de idiomas que ha sido co-portavoz de Equo trabajando por la participación y la sostenibilidad en nuestra ciudad. Y, finalmente, la abogada laboralista Araceli Torres, que destaca por su papel en defensa de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras en Granada.

El feminismo que está mejorando nuestras vidas debe ser la base para mejorar también nuestra ciudad. Ténganlo en cuenta.