La Fundación Mujeres por África convocó en Madrid, en mayo, a un número relevante de mujeres africanas expertas en gestión, economía, política, agricultura, educación y derechos humanos. Reflexionaron con Mundo Negro -la revista de los misioneros combonianos- sobre qué pasaría si ellas tuvieran el poder. Seguro, pienso, que lo primero que harían sería prohibir la ablación del clítoris a las niñas. Unos 200 millones de mujeres africanas han padecido esta agresión brutal, imprescindible en ciertas etnias para que las niñas se integren socialmente y no padezcan acoso en la escuela y en la familia. Desconocía la existencia de Mundo Negro y de la cobertura que da ahora a la lucha por la dignidad de las mujeres africanas. Desconfío profundamente de las ideologías y creencias con las que los persas, los griegos los romanos, los cruzados, los conquistadores y los colonizadores justificaron sus guerras e invasiones. Estas operaciones 'civilizadoras' solían hacerse -decían los ejecutores- 'pensando en el bien' de los nativos. El mismo argumento que usan las corporaciones comerciales, los misioneros o las ideologías avasalladoras que asolaron el siglo XX. Detrás de ese deseo de conquistar la tierra, los mercados, las conciencias, hay, con frecuencia, una enorme inseguridad, que provoca guerras y destrucción. LA VERDAD se convierte, así, en algo estadístico: mil millones de judíos, de cristianos o de mahometanos o de budistas no pueden estar equivocados. Crecer, esa es la idea de los misioneros. Abro un libro de 1924, y vuela un recorte de un Mundo Negro de 1964 en el que un misionero se queja del erotismo descarado de algunas danzas de Rodesia. E informa de que él niega el bautismo a los catecúmenos que no renuncien a las danzas. Le revista le contesta que hay danzas y danzas. Pero que alguna no permiten albergar 'serias esperanzas de purificación'. Y la misma revista que hoy, y con toda razón, lucha contra la infame práctica de la ablación, concluye que con esos bailes no hay más solución que la evangélica: si tu mano o tu ojo te son ocasión de escándalo, arráncalos y arrójalos lejos de ti. Renovarse o morir, pienso tras leer esta contestación. Estoy seguro de que los combonianos, hoy, no le negarían el bautismo a las danzas libidinosas del Tik Tok. Business is business.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios