Mirada alrededor

Juan José Ruiz Molinero

jjruizmolinero@gmail.com

Nación de naciones

Inquietud en sectores socialistas por el desguace que está haciendo Sánchez del ideario del PSOE

Iceta, el cómico bailarín del PSC, dio jubilosos saltitos cuando lo reeligieron como máximo representante del socialismo catalán, después de proclamar no sólo que Cataluña es una nación, sino resucitar la peregrina idea -compartida con Podemos y con todos los nacionalistas del reino, incluyendo a catalanes vascos, gallegos, valencianos y de cualquier rincón del terruño hispano- que España es una Nación de naciones, teoría que el presidente en funciones ha repetido, para facilitar los apoyos independentistas que prefieren tener un simpatizante en la presidencia del Gobierno de la denostada España. Sánchez puede pagar cualquier precio a cambio del poder, haciendo gala de su innata destreza en cambiar de opinión en poco tiempo, como pasó de tener a Iglesias como socio preferente, a proclamar su insomnio -y el del 99% de españoles, remachó- si tuviera a ministros de Podemos en su Gobierno y denostar a los independentistas catalanes, para justificar unas elecciones innecesarias. Absurdas si, 24 horas después de las mismas, iba a abrazarse al causante de sus pesadillas, ofreciéndole una vicepresidencia y cuatro ministerios otra vez, y buscar el apoyo de todos los independentistas a los que había denostado -catalanes, vascos, incluyendo a Bildu, la referencia parlamentaria con ETA, gallegos, etc.-, tarea en la que ahora estamos en este cansino esperpento, por el que pedía perdón el resucitado Valle Inclán, presidiendo la sesión inaugural de la XIV Legislatura.

Aunque las negociaciones con ERC se mantienen en la oscuridad absoluta, las desviaciones ideológicas hacia el nacionalismo más reaccionario inquieta a destacados grupos socialistas, alarmados por el desguace que está haciendo Sánchez del ideario del PSOE. Desviaciones que sirve de munición para la derecha que, haga lo que haga la izquierda, le parecerá inasumible, pero más grave es que sectores importantes de un partido histórico, donde los nacionalismos excluyentes es todo lo contrario al socialismo, critiquen, como han hecho García Page y Lombán, entre otros, esos sometimientos a posturas basadas en supremacismo, racismo, autodeterminación y otros 'derechos fundamentales' que confirman la superioridad de unos españoles sobre otros, dependiendo de donde vivan. Iceta ha dicho que hay siete u ocho naciones y otros afirman que cualquier región puede serlo... Desde la vaselina de Page para recibir el año, otros socialistas recuerdan que nacionalismo y socialismo como exclusión sólo lo mantuvieron unidos regímenes de tan negro recuerdo en la peor Europa del siglo pasado. La sentencia de un tribunal europeo sobre la inmunidad de Junqueras quizá pueda retrasar el deseo de Sánchez de ser investido presidente el Día de los Inocentes.

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