puesto de socorro

Javier Aguilera

Nadie dijo que fuera fácil

MI amigo Juanma, que algo entiende de fútbol, me dijo a los cinco minutos de partido que iban a terminar 0-0. Lo pensaba y lo deseaba porque lo había puesto en la porra de su curro. Y tal y como se desarrolló el choque era lo justo. De hecho, ambos técnicos lo hubieran firmado horas antes, en el descanso y a falta de un cuarto de hora para el final. Pero esto del balompié, ya saben, es caprichoso, y no es nuevo que cuando un equipo domina, marca el otro. "Están tocando el balón muy cerca de nuestra área", soltó mi padre segundos antes de que Michu anotase el 1-0. Los padres siempre tienen razón, reflexioné mientras empezaba a valorar las opciones de remontada que hay para la vuelta. El duelo estaba acabado. Si lo normal era el 0-0, el 1-0 no lo mueve nadie.

El partido fue el esperado: dos equipos exponiendo lo justo con un Granada tan serio, ordenado, solidario y firme en defensa como espeso en ataque. No salió ninguna contra y a balón parado hubo dos ¡huysss! de Lucena, uno de los mejores de los rojiblancos. Lo único que se salió del guión fue que el Granada se vio tan superior y cómodo en la segunda parte que se olvidó de que había que despejarlas todas a la primera, sin contemplaciones, y se metió en un lío que le costó el gol.

Me gustó mucho Dani Benítez, asumiendo la responsabilidad y siempre peligroso, y no me gustó Orellana, al que seguimos esperando desde hace semanas. El resto, al nivel esperado en este tipo de partido. Tampoco me hizo ni pizca de gracia el colegiado que dirigió el encuentro, Del Cerro Grande. Me pareció un arbitraje de Champions, de esos a los que se les achacan pocos errores pero que siempre que hay dudas pitan a favor del de casa. Debió expulsar a Aspas solo por cómo le dejó la cara a Roberto y es inconcebible que Mallo se fuera sin tarjeta después de todo lo que repartió. Me pido uno igual de casero para el sábado.

Viendo el vaso medio vacío pensaremos en lo peligroso que es el Celta a domicilio y en el mal resultado que es un 1-0 para la vuelta, no quedando más que dar un fuerte aplauso a los jugadores por intentarlo y por la extraordinaria temporada firmada. Pero nadie duda, yo tampoco, de que el resultado se puede remontar.

El Granada, además, es más y mejor equipo que el Celta, no mereció perder anoche y en el choque de Liga en Los Cármenes debió ganar. Fabri está obligado ahora a jugar sin pivote defensivo y con Collantes de titular. El estadio debe ser un infierno, desde que los gallegos estén llegando en el bus hasta que acabe el choque. "Esta es tu grada, tu grada, tu grada; tu grada es la que anima, anima, anima; anima con el alma…".

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