Navidad pluscuamperfecta

Llenaremos, en futuro, los contenedores de todos los colores con toda la mierda que generamos en Navidad

La gramática dice que el pluscuamperfecto, pretérito o pasado, expresa una acción anterior a otra acción también pasada; y a mí, la verdad, siempre me ha costado mucho entender las diferencias entre tantas formas de pretérito… que si el pretérito perfecto compuesto, el imperfecto, el perfecto simple, el anterior y el susodicho pluscuamperfecto. Jopé, lo pasado, pasado está y punto. Cierto es que lo del pasado va cambiando con el tiempo y la memoria de cada uno lo cuenta a su manera y resulta haber tantas historias del pasado como, al menos tiempos del pasado nos dice la RAE. Ya ven, lo de Cataluña será solo una revuelta de niños traviesos y lo de ETA solo unos tiros al aire, todo sea por seguir en el sillón. Y dirán ustedes a cuentas de qué les cuento esta historia.

Pues para hablar del futuro. Sí, del futuro, es decir de la Navidad que empezó allá por el mes de septiembre cuando los niños volvían al cole, o en el mes de octubre o en este mes de noviembre cuando teníamos que celebrar el día de difuntos, el Halloween o la última chorrada que traemos importada del imperio americano, o del puñetero viernes de compra, eso del Black Friday, que resulta que es anticipar las compras de Navidad por si acaso no nos fuera a llegar; vayamos a que a la Virgen Santísima se le anticipe el parto, disculpen los creyentes por la irreverente alusión a la rotura de aguas de María (referencias en San Mateo 1, 23 y San Lucas 2, 6).

Al igual que se nos llena la boca con los derechos de minorías y de la mayoría de la población, o sea de las mujeres, pero aplaudimos los goles del Mundial de futbol y ni siquiera dejamos a los jugadores la más mínima protesta, vayamos a que los jeques se mosqueen, y miren que bien esta navidad, hasta tenemos futbol; pues lo mismito montamos una navidad pluscuamperfecta de consumo y más consumo para que la economía siga creciendo, sigamos explotando el planeta y no perdamos ocasión en generar toneladas de desechos entre regalos que no nos sirven para nada y que no necesitamos. Así, llenaremos, en futuro, los contenedores de todos los colores con toda la mierda que generamos en Navidad, fin de año y Reyes Magos.

En algún momento del futuro contaremos que las Navidades eran otra cosa. No voy a decir que las mías fuesen pluscuamperfectas pero a cada año transcurrido deseando estoy que pasen al pasado lo más pronto posible y se lo cuento hoy (felicidades a quien me entienda), por si acaso. Vale.

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