La ciudad y los días

Carlos Colón

Nerviosos

TERMINABA ayer aventurando que el PSOE se está quedando con el voto partidista mientras UPyD va captando el progresista. Las reacciones demuestran que no iba mal encaminado. Según Rodríguez Gómez de Celis, UPyD ha captado el "voto del nacionalismo español, de la derecha más extrema, que se ocultaba en cierto electorado del PA". Ya. Ahora resulta que Fernando Savater es Ernesto Giménez Caballero y Rosa Díez, Pilar Primo de Rivera (a la que, por cierto, el extravagante fascista español quiso casar con Hitler).

Está claro que ya se trate del PP o de UPyD, la estrategia del PSOE es estigmatizar como de extrema derecha toda crítica o toda opción que compita con ellos en las urnas, con independencia de que se inscriba en el centro derecha (PP) o el centro izquierda (UPyD). Poco le importa que, como denunció El País, esta confusión favorezca a la extrema derecha real, populista, xenófoba y antieuropeísta que asoma en varios países al calor de la crisis. En la era Zapatero el PSOE ha optado por la estrategia de la crispación, la confrontación, el sectarismo partidista, la demonización del oponente y la descalificación de la crítica. Hasta el extremo de intentar hacer pasar al PP por extrema derecha (recuerden el vídeo de la campaña electoral) o, como ha hecho Rodríguez Gómez de Celis, de calificar a UPyD de "derecha más extrema".

Poco le importa que sea evidente que no es así. Poco le importa que todo el mundo sepa quiénes son Rosa Díez y Fernando Savater. Poco le importan los números que -como escribía ayer el compañero Luis Sánchez-Moliní- demuestran que "los mejores resultados de UPyD se han dado tanto en feudos del PP (Nervión y Casco Antiguo) como del PSOE (Macarena Norte)"; y que "el PP, lejos de perder votos respecto a las europeas de 2004, en las que obtuvo 94.517, ha aumentado sus sufragios hasta alcanzar los 98.769"; mientras "por contra, sí pierden PSOE (de 119.713 a 109.825) e IU (de 11.252 a 9.970)".

Ésta es una mala noticia -la peor- para un PSOE que, ante el eclipse de IU, pretende tener la exclusiva de los derechos sobre la socialdemocracia, el centro izquierda o cualquier otra opción progresista. Le salió el grano de Ciudadanos, que para su alivio ha quedado en nada. Pero el grano de UPyD parece más resistente. Tanto que le pone nervioso y le obliga a mentir y disparatar en un intento patético por arrojar el partido de Rosa Díez al foso de los leones neofascistas, ultraespañolistas y antieuropeístas (porque todo eso quiere decir "derecha más extrema"). Estupendo: el nerviosismo del contrincante es el mejor indicador del éxito propio.

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