Mar adentro

Milena Rodríguez / Gutiérrez

Noticias de viaje

LO malo (y lo bueno) de estar de viaje es que se pierde la identidad. Cuando se está de viaje, los sucesos, las noticias, ocurren siempre en otra parte. Una parte, sea cual sea, siempre distante, ajena, lejana a uno mismo. En los viajes se vive como en otra galaxia, un sitio con coordenadas imprecisas, brumosas, que no se corresponde exactamente con ninguno concreto, y uno ya no sabe bien de dónde es. Si del país en el que habitualmente se vive, pero dejado ahora atrás; o del país en el que se nació, también lejos; o acaso del lugar en el que temporalmente se habita. O, tal vez, lo más probable, de ese lugar de nuestra mente, creado con el viaje y desde el viaje, que sólo existe por un rato y que luego, lo sabemos, casi sin que nos demos cuenta, dejará tranquilamente de existir.

Llegan las noticias en medio del viaje y se reciben de otro modo: no es que no importen, pero quedan fuera. Ah, hay otro mundo por ahí, decimos, y leemos, escuchamos lo que en ese otro mundo ocurre como si fuera una música que no sonara nunca en nuestra casa, sino en la del vecino. El ejército colombiano ha liberado a Ingrid Betancourt; Fidel Castro ha acusado de una "falta despreciable de ética a los cubanos que emigran ilegalmente"; han detenido a un general venezolano que pidió cambiar el lema chavista de las fuerzas armadas de su país: "Patria, Socialismo o Muerte" (un lema casi cubano); el presidente del Gobierno de España pronostica que las cosas (de la economía) se pondrán peor en los próximos meses; van a entrar este mes en funcionamiento nuevos tramos de la autovía de Motril…

Entre todas las noticias, leo una que tiene la fuerza suficiente para sacarme del vaporoso país del viaje, y devolverme al país en el que habito. Es el anuncio del PSOE, por boca de su Secretario de Organización, José Blanco, de que su partido propondrá que los inmigrantes puedan votar en las próximas elecciones municipales de 2011. Las crisis económicas, ya se sabe, suelen traer algunas buenas noticias en el ámbito social: hay que compensar la falta de dinero, de empleo, la baja capacidad de consumo. No me ha gustado algún fragmento de la declaración: Blanco hablaba de que el voto inmigrante haría cambiar el color de varios Ayuntamientos, como el de Madrid. Y parecía como si no estuviera refiriéndose a un derecho sino a un asunto de interés político. A pesar de todo, hay que aplaudir esta propuesta, deseada y exigida desde hace tanto tiempo. Una propuesta que fortalece la democracia española, cambien o no los colores de sus Ayuntamientos y Autonomías.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios