ME fascina esta ciudad. Pasamos del hundimiento a la euforia con la misma facilidad que España en el Mundial; a la misma velocidad que Brasil y Argentina caen en la depresión. En menos de una semana se ha resuelto el lío de la Alhambra, CajaGranada tiene manos libres para seguir su camino, el paro da un ligero respiro estival y, dejando de lado el polvorín de Motril, hasta las filas socialistas toman aliento con la presentación de Paco Cuenca como aspirante a la Alcaldía de la capital.

Bien es cierto que ha sido necesaria la ayuda del Banco de España, la vicepresidenta económica, el Ministerio de Cultura y, seamos honestos, hasta del PP. No es para hacer a Torres Hurtado sultán de la Alhambra, pero tampoco perdamos de perspectiva: el hecho de que Javier Arenas haya defendido el proyecto de fusión fría de CajaGranada frente a la gran caja andaluza ha tenido mucho que ver. Por pura razón de números: en este momento, para frenar la fusión era necesaria una mayoría cualificada en el consejo de Administración y los socialistas (suponiendo que siguieran los dictados de Griñán) no pueden hacer nada sin el PP. Así de simple.

CajaGranada podrá volar sin interferencias ni de la Junta ni del PSOE regional gracias al efecto "ala de mariposa". Impresionante. El asunto, según nos aclara nuestro compañero Ignacio Martínez, es que no se pueden lanzar mensajes negativos a los mercados internacionales ni generar dudas sobre la seriedad de las operaciones de concentración de cajas que están en marcha en España. Bien claro parece que se lo explicaron a Griñán el pasado lunes tanto Fernández Ordóñez como Elena Salgado. Conclusión: que CajaGranada cuenta con las bendiciones necesarias para su estrategia de fusión y que no está el asunto para mezclar política y economía. Mare Nostrum, como se llama el nuevo grupo, podrá volar mientras se pelean ahora entre Málaga y Sevilla por la sede de la futura caja. Las expectativas no dejan margen al despiste: incrementar los resultados del grupo en un 30% para 2015, superar los 600 millones y lograr una eficiencia del 43%. Como decía Jara, en CajaGranada no están pensando en nacionalismos; sus estudios hablan de expansión, crecimiento y empleo. Hasta Griñán parece que ya ve luz en la operación. "Un proyecto bonito que permite la expansión", dice ahora. Una oportunidad.

En el caso de la Alhambra, enviaremos una pequeña aclaración al consejero de Cultura. A ver. Que no es que en Granada seamos más cortitos que la media para entender el proyecto de la Consejería... Ni somos más localistas, más provincianos ni más catetos. Decía el otro día Paulino Plata que estaba sorprendido por el rechazo a la 'superagencia' porque la idea había salido de Granada. ¡Claro! Pero con un matiz: lo que se pedía era una agencia especial, una agencia independiente, una agencia única. Una agencia para mejorar la gestión de la Alhambra, por supuesto, pero no para tapar, pongamos por caso, el agujero de La Maestranza. Otra oportunidad, sí. Pero hablemos claro: no para Granada.

Sin entrar en el 'caso Rubiales', los socialistas parecen seguir al pie de la letra la advertencia que Sebastián Pérez lanza a sus filas siempre que puede: no hay que confiarse; las encuestas las carga el diablo. Con esa ilusión se muestran convencidos en el PSOE de que no habrá vuelco electoral y que seguirán gobernando en la Diputación, en Andalucía y ¡hasta en Motril! Lo dice hoy Martínez Caler en una entrevista con la misma seguridad que María José Sánchez habla del Milenio. Más oportunidades, desde luego, aunque no está nada claro de para quién... A la espera de lo que digan las urnas, nos quedamos con la noticia más positiva que llega a Granada en meses: los recortes de Fomento no afectarán ni al AVE ni a la A-7. ¡Aquí sí ganamos todos!