EN el montepío ideológico del presidente Zapatero hay un buen lío. El que revestido de progresismo soltó las peroratas del viento y la tierra; orgulloso pero ausente amigo de los mineros de Rodiezmo; circunstancial y oportunista saharaui con kufiya palestino; el incansable vigilante de los principios de la laicidad y el ateísmo; avispado introductor de despistes ideológicos varios que escondieran su crimen de lesa izquierda, ahora se nos descubre como "fundador" del PIS: Partido de Izquierdas Según.

José Luis lleva un par de años reinventando el manual teórico de la izquierda utópica que tanto le asombró en su época universitaria, con la maquiavélica intención de meter el dedo en el ojo a la derecha. Su voluntad no solo es la de imponerse, sino la de reescribir la historia, estorbando el discurso de sus oponentes, provocándoles, para agradar a sus electores. Hasta que llegaron la necesidad y el déficit, y se han llevado su careta, impostora, pero pragmática.

Por orden de quien manda, no ha tenido más remedio que adecuarse a la única política viable en Europa, ese liberalismo otrora tan despreciable, hoy tan necesario. Y lo vio claro: "nosotros no somos nórdicos", pensó. Menos Estado, y más privatizado.

El G37 del club económico español, el obamismo yanki y el merkelismo alemán como mandamases del mundo, y algunos interesados más, que también vigilan, le han urgido a cambiar de ínsula. Le han cerrado de golpe ese libro de vanas y utópicas ilusiones que dormita junto a la lámpara de su mesita de noche. Y el leonés, sin encomendarse a nadie de su partido (su liderazgo no se contesta) ha aparcado el programa a la derecha de su izquierda. Ha caído en la cuenta de la única política viable para volver a llenar la caja, esa que el centro derecha le dejó tan acaudalada y que su populismo y demagogia vaciaron en un tris tras.

Quiere apaciguar el déficit por su irresponsable forma de gobernar, pero no tiene un plan fiable. Gobierna a golpe de ocurrencia, tan fresca, tan fresca, que esa misma mañana se le ocurrió la última: atacar a los parados de larga duración, los más débiles del perfil de la crisis. Y el bolsillo de los que fuman, ¡otra vez!, que la próxima vez le tocará a los que beben, ¡qué original! Nos prometió un modelo sostenible para nuestra economía, pero su propuesta ha mutado hacia lo imprevisible, y en cada envite, le pega un nuevo tijeretazo a los más indefensos. Progresismo de raro pedigrí el que nos exhibe el canterano.

Más que liberal socialista, Zapatero ha mutado hacia neoliberal sin remedio. O sea, la mitad de todo, y el principio de nada. Y ya se sabe, cuando una mala copia pretende emular al original, la gente siempre prefiere a este último. Sirva como ejemplo el de los electores catalanes, que han puesto la copia nacionalista del PSC a hacer oposición. Y cuando se ven las barbas del vecino quemar, el refrán aconseja poner las propias a remojar.

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