La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

PSOE incumplidor

Los políticos que prometen plazos imposibles deberían ser como las chumberas, una especie en extinción

En eso de los plazos, el PSOE demuestra a menudo su escasa competitividad. Es mucho más generoso prometiendo que cumpliendo. Lo dice la hemeroteca, que es el Aranzadi de las promesas políticas. Los políticos que prometen plazos imposibles deberían ser como las chumberas: una especie en extinción. Con el Metro de Granada, al que otros llaman tranvía, nos prometieron, desde la Junta de Andalucía, que circularía entre Albolote y Caleta en la segunda mitad de 2015. Sería de noche, porque de día nadie vio nada. Después aplazaron la promesa para antes de que acabara 2016. Resbalaron de nuevo. Como han patinado ahora que, cumplido julio de 2017, han vuelto a incumplir otra promesa, que es lo único que se cumple cuando el PSOE nos promete algo: su incumplimiento.

Para no faltar a su bien ganada fama de incumplidores con las vacaciones gratis de las amas de casa, o las habitaciones individuales en todos los hospitales andaluces, el PSOE que gobierna la Junta desde su instauración democrática, ha vuelto a cumplir con un nuevo incumplimiento. Los socialistas siempre han sido muy generosos prometiendo, pero poco diligentes con su ejecución. Unos aspirantes perpetuos a cumplir lo dicho, una especie de Atleti en busca de su Champions. Otra cosa es cuando la exigencia de los plazos sea para los demás. Ahí sí que son inflexibles, rigurosos y exigentes. Un martillo pilón contra los otros, aunque un martillo de caseta de feria para los propios.

Pero no hay justificación que no hallen pronto; siempre hay a mano alguna excusa que cubra su ocaso, un AVE cerca del que poder hablar para que no se convierta el Metro en su serpiente del enésimo verano. Que éste empezara a construirse hace once años, y que aún hoy no sepamos cuando va a funcionar, ni si será eficaz cuando funcione, pareciera cuestión relativa, comparativamente visto con el tren de alta velocidad de Granada, competencia de un gobierno del PP.

Este PSOE andaluz ha creado su propio estilo consistente en derivar el tiro hacia la trinchera enemiga. Así el socialismo gobernante se justifica siempre. A saber: si hay impuesto de sucesiones es porque el PP no lo deroga; si faltan médicos de atención primaria y pediatras es porque el PP recorta; y si el paro sube es por la política de derechas de Rajoy. Eso sí, cuando baja el desempleo es gracias a lo buena que es Susana Díaz aunque Mariano siga siendo presidente.

La propaganda como instrumento de acción nunca consiguió hacer bueno a ningún gobierno. Si acaso, crea más rencor, desprestigio, desconfianza y desesperanza. Nada que no tenga remedio en las urnas, claro.

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