Pasando la mopa

Sería interesante haber dejado participar en el debate de TVE a las dos señoras que pasaban la mopa por el plató

Quienes vieron el debate electoral de TVE repararon en las dos señoras de la limpieza que pasaban diligentemente la mopa por el plató. Quizá alguien les había dado la orden de abrillantar continuamente el suelo para que los cuatro Narcisos pudieran verse reflejados con el fulgor que requieren sus egos desmesurados. Me pregunto por qué nadie permitió participar en el debate a esas dos mujeres de la limpieza. Sería interesante, por ejemplo, que expresaran sus preocupaciones delante de las cámaras. ¿Qué cosas les quitan el sueño? ¿Qué cosas echan en falta? ¿Qué preocupaciones tienen? ¿Qué debates realmente les interesan? Y sobre todo -y ésta es la pregunta más importante de todas-, ¿a cuál de los cuatro candidatos le confiarían el voto, si es que tenían decidido a quién iban a votar?

Por lo demás, que las únicas mujeres presentes en el debate fueran las señoras de la mopa no resulta una imagen especialmente aleccionadora. Sobre todo cuando pensamos que Pablo Casado y Albert Rivera son candidatos muy mediocres que cuentan con alternativas femeninas mucho más competentes. Casado, desde luego, está a años luz de Cayetana Álvarez de Toledo en cuanto a inteligencia y conocimientos políticos y capacidad dialéctica, y lo mismo puede decirse de Inés Arrimadas con respecto a Albert Rivera. Pedro Sánchez tampoco ha demostrado ser un candidato solvente (nadie sabe qué piensa ni qué quiere, aparte de mantenerse en el poder al precio que sea), aunque es cierto que las alternativas en el PSOE -en especial Carmen Calvo- parecen tan poco solventes como el propio Pedro Sánchez. Y en Unidas Podemos, Irene Montero posee las mismas cualidades que Pablo Iglesias (si ello se debe a que son pareja, eso ya no lo sé). Los dos son antipáticos, malhumorados y vehementes, aunque al menos dan la impresión de creerse lo que dicen, cosa que no les sucede a ninguno de los demás candidatos.

Lástima que nadie preguntara a las dos señoras de la mopa por estas cuestiones. ¿Preferirían un candidato o una candidata? ¿Creen que estas cuestiones son importantes? ¿En qué cosas podrían demostrar las mujeres que son mejores gobernantes que los varones? Sería bueno haberles preguntado estas cosas, ya que tuvieron que vivir la humillación de abrillantar el suelo para que los cuatro Narcisos se sintieran a gusto con su rutilante ego.

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