Pasaporte a la vida

En España aún quedan sin vacunar 3,9 millones de personas mayores de 12 años

Estamos viviendo un momento histórico desde que un virus mortal invadió el planeta. Independientemente de que sean necesarias las conclusiones sobre la investigación para que se pueda conocer, de manera certera, cuál fue el origen y si hubiera habido algún propósito o no, la experiencia de tan devastador virus no tiene precedentes. Una de las diferencias con la llamada gripe española es la vacuna. Es un hecho que los laboratorios, ante la espantosa mortalidad que el Covid causó, y sigue provocando, casi dejaron de lado otras investigaciones para centrarse en lo que, a nivel mundial, era una prioridad. Las vacunas de ARNm son el resultado de décadas de trabajo. Anteriores investigaciones para el SARS y MERS, fueron el fundamento para poder desarrollar la vacuna contra el Covid-19. La vacuna ha sido un salvavidas para millones de personas. Está demostrado que la vacuna reduce el riesgo de contagio, y en caso de contagio los síntomas suelen ser leves y reduce de manera contundente la mortalidad. Hoy se asegura que la tercera dosis es necesaria. En España aún quedan sin vacunar 3,9 millones de personas mayores de 12 años. Por consiguiente, probables contagiadores, posibles enfermos del coronavirus, y factibles fallecidos. En el debate de si debe ser obligatorio el uso del pasaporte Covid para poder acceder a lugares donde hay reuniones de público es más que sensato. En otros países se viene exigiendo sin ningún tipo de drama. Si se reserva una mesa en un restaurante, lo normal es que te ubiquen en el exterior, pero si el cliente prefiere comer dentro de local, el restaurador le pide el QR que en la tarjeta sanitaria digital demuestra que tienes las dosis inyectadas. Por lo que el interior del restaurante se convierte en un lugar seguro. En España se debate sobre si se les debe obligar a los no vacunados a que se inyecten el suero, mientras que algunas comunidades han optado por hacer obligatorio el uso de pasaporte Covid. En Andalucía nos lo estamos pensando. Parece que es lo más sensato que una vez que se ha hecho el esfuerzo de descubrir la vacuna contra el coronavirus, hagamos uso de ella además de para mantenernos alejados del contagio, seguir viviendo. El pasaporte Covid es una llave que abre las puertas. Sólo las cierran quienes no se quieren inocular. Es una decisión que toman así como asumirían que están limitando sus movimientos, pero no el de los millones de españoles que asumen la responsabilidad de acabar conjuntamente con esta pandemia que, más que agotarse, retoma vitalidad.

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