Muchos aprovecharon el domingo para vivir sus particulares Cruces en la calle con un día de antelación. No fue mal plan teniendo en cuenta que ayer la lluvia casi no dio tregua. De la noche a la mañana, el sol desapareció y arreció el mal tiempo. Sin embargo, aún quedan valientes capaces de salir a pasear bajo la lluvia y su fiel paraguas, en la única y buena compañía que la suya misma. En estos tiempos que corren, de prisa y estrés, algunos reivindican la quietud de un paseo en solitario con la única música de la lluvia cayendo. Y el móvil en el bolsillo, toda una hazaña.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios