La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

De Pe a Pa

Es un escándalo tolerado que Sánchez se ría cada día un poquito de quienes les votan y de quienes no

El cinismo del sanchismo es proporcional a la poca vergüenza del sujeto que le da nombre. Su vitoreada capacidad de resiliencia es una variante de cosecha propia, con la que aguanta impertérrito el sonrojo del verbo mentir más allá del vulgar mérito de la conjugación cotidiana con la que se chulapea.

Pedro Sánchez ha sido vilipendiado en varias ocasiones con sentencias serias del Tribunal Constitucional. Y no en banal reproche de su acción política, sino por atentar contra los derechos fundamentales de los españoles, lo cual no es moco de pavo. A pesar de ello salió a decirnos públicamente que la Constitución española "hay que cumplirla de Pe a Pa". Lo dice él, así, como si tal cosa. Sin ruborizarse un poquito. Cínico sin fronteras.

Es incluso pedante que Sánchez use ese cinismo con la fluidez acostumbrada, como si el retador presidente se supiera revestido de inmunidad electoral a pesar de sus filigranas políticas con los indepes, y los devaneos cortoplacistas con Podemos, apretando cada vez más la tuerca de la bipolaridad que le aúpe como líder preferible de una parte del electorado.

De Pe a Pa era prometer que no pactaría con Bildu, de ninguna manera. Nos lo repitió veinte veces. Qué digo veinte, quizá mil veces. Y ahí lo tenemos hoy, unido a los hijos y nietos bildutarras de ETA para seguir haciendo posible un gobierno del PSOE en Navarra o España.

De Pe a Pa fue su promesa de aliviar el peso de la factura de la luz, cuando nos prometió por todos los puños y rosas del mundo, en plena y galopante subida de sus tarifas, que a final de este año se pagaría asimilada al promedio pagado durante 2018. Ni de lejos llega hoy a ese precio.

Cumplir la Constitución, hacerla su "hoja de ruta" de Pe a Pa, significaría haber entendido mejor el artículo 3 de la misma, (el castellano es la lengua española oficial del Estado…), y no avergonzarnos con su tibia defensa, cercana al entreguismo, escondiendo el idioma español por conveniencia aritmética en ciertas comunidades autónomas españolas.

Es un escándalo tolerado que Sánchez se ría cada día un poquito de quienes le votan, y de quienes no. Su Pe y su Pa son él mismo, su persona. Un viajero interesado que pregona su perfil más verde mientras coge el Falcon cada finde y, para justificar su uso, hace coincidir los actos de su partido con alguna oportuna visita oficial a la provincia que toque. De Pe a Pa, dijo, con sonrisa tipo Tom Shelby, confirmando la afrenta que cada día le hace a la verdad.

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