La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Pedro y Pablo

De imposibles compañeros de cama a declararse felicidad inmensa por su coyunda plena, enamorada y abrazadísima

El particular antipodemismo sanchista anterior al 10N no lo conoce hoy ni la madre que lo parió. Después del 12N el giro de Pedro Sánchez ha sido brutal, impactante e inesperado. Ha pasado, en horas 24, del insomnio aquel que le producía Pablo Iglesias, vetado incluso para ministerio alguno, al placentero abrazo cómplice del mismo palo que surte esa astilla que, ya sí, prevé un gobierno conjunto. Lo que antes era un miedo atroz a pactar con Podemos, ahora es progresismo en vena. Así, sin más reflexión acomodaticia, tras un simple y autoritario chasquido mágico de los dedos de Mentiránchez.

Lo que hay que hacer, y con qué prisas -añaden algunos de su gremio ideológico-, para anticiparse con rapidez desusada a las quejas de las baronías extramuros de Ferraz, antes de que alguien pida a Sánchez el libro de reclamaciones del PSOE para exigirle cuentas por este mal negocio de ir a por lana en nuevas elecciones y volver trasquilado por la tijera de los españoles. Evitar explicarles cómo lo que fue inviable tras seis meses de teatrillos, sainetes y retransmisiones diarias de negociaciones imposibles, ha sido posible en dos ratos y un par de cafés entre Adriana e Irene, Iván y Alberto, 138 MM de euros después, que es lo que nos costó la caprichosa jornada electoral convocada por Sánchez contra su autobloqueo.

Pedro y Pablo han pasado de la colaboración a la coalición en el exacto tramo que va de una campaña a una resaca electoral. De imposibles compañeros de cama a declararse felicidad inmensa por su coyunda plena, enamorada y abrazadísima. Fina estampa, caballeros, caballeros de fina estampa, un lucero, que lucieran mas no pudieran, tras el zarandar del secanal que su desconfianza les trajera. Será pertinente ver cómo se siguen amando el neopablista Pedro y el Pablo tras la primera discordia que surja, que surgirá. Ocasión pintiparada para conocer el grado de cinismo de esta izquierda.

Aún así, sorprende que den por hecha la coalición sin importarles que su acuerdo requiere el apoyo tácito de los enemigos de España. Pablo estará en su salsa, pero eso no evita que Pedro necesite acuerdos con las taifas del hecho diferencial, los cántabros de la anchoa y el Teruel existe de los apaños pidiendo puerto de mar para Alcañiz. Malas noticias pues para las Andalucías y Extremaduras leales a la Constitución, cuyo previsible castigo inversor vendrá decidido por ser territorios nada traviesos con esos juegos de la unilateral independencia.

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