Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Pensamiento único andaluz

No se puede ir de demócratas siendo antidemocráticos y encima querer imponer su pensamiento único

Como está de moda que los radicales nos tilden de fascistas a los granadinos que no comulgamos con su extrema religión -recuerden la vergüenza que 15 personas de Nación Andaluza causaron el día de la Toma-, hay que poner de moda también la oposición al pensamiento único andaluz, al de la imposición a la fuerza de una autonomía ni querida, ni sentida, ni tan siquiera histórica.

Sin caer en el insulto como otros, pienso que su idolatría debería ser bicéfala, Burgos & Infante, porque el burgués capitalista y afrancesado Javier de Burgos, que cambiaría la historia de esta su provincia en 1833 para incorporarla al pack ahorro andaluz y condenarla a la pérdida total de sus derechos históricos y de su papel hegemónico durante 6 siglos, hizo muchísimo por el pensamiento único andaluz. Qué pena que no hagan camisetas con sus rostros al estilo Ché… Seguro que Burgos intervino milagrosamente para que resucitaran la vigencia -cosa imposible en Derecho- a su Decreto, derogado en 1847 por el Decreto de Regionalización de Patricio de la Escosura, que entre sus regiones incluía a Andalucía (capital Sevilla, provincias: Sevilla, Córdoba, Cádiz y Huelva) y a Granada (capital Granada, provincias: Granada, Málaga, Almería y Jaén). Esquema mantenido en las siguientes divisiones regionales: Proyecto de Constitución Federal de 1873 de la I República, reforma de Segismundo Moret de 1884 y reforma de Francisco Silvela de 1891.

Pero da igual, como también que en la Asamblea de Córdoba de 29, 30 y 31 de enero de 1933 se diera el otro gran pucherazo de esta escandalosa historia por Blas Infante -bastante violento en sus intervenciones según las crónicas-, que pasó olímpicamente del voto en contra de la unificación andaluza de Granada, Almería, Jaén y Huelva, de la abstención de Málaga y de que le tildaran de faccioso, para aprobar "democráticamente" el Anteproyecto de Estatuto de Andalucía.

Tras estos democráticos antecedentes, con Franco las regiones se postergan en pro de las Diputaciones. Con la democracia ya conocemos el pucherazo de 1980 para doblegar la soberanía popular contraria a la creación de esta artificial autonomía.

No se puede ir de demócratas siendo antidemocráticos y encima querer imponer su pensamiento único. Si tras 40 años de postración deliberada quieren democracia verdadera, que repitan el referéndum sobre su particular división territorial. Y si vencen, hasta me compro la camiseta de Burgos & Infante…

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