Balsas de piedra

ANTONIO DAPONTE

Pesetas y banderas

Ganarán las corporaciones americanas y las élites británicas, y perderá la ciudadanía

Las élites británicas esperan conseguir grandes beneficios económicos liberándose de las políticas de ajuste y empobrecimiento impuestas por el dominio alemán en la UE. Pero, sobre todo, estableciendo un Acuerdo de Libre Comercio con los EEUU, ya en negociación. Los norteamericanos condicionan la firma del Tratado a la creación de un auténtico "libre comercio" en las políticas estratégicas británicas y, específicamente, las sanitarias. El énfasis en la sanidad se debe a que es una gran oportunidad de negocio por volumen (casi un 10% del PIB británico), y porque es la única gran política de gasto en manos públicas casi en exclusiva, ya que el resto de grandes sectores de la economía están muy penetrados por el sector privado.

EEUU impondrá condiciones en varios ámbitos. Perseguirán expandir y aumentar los beneficios de su industria farmacéutica exigiendo que en las islas rija su legislación de protección de patentes, mucho más favorable para las multinacionales farmacéuticas que la europea actual; por ejemplo, los fármacos genéricos, mucho más baratos, tendrán muy difícil penetrar en el mercado británico, como hasta ahora. Pretenderán también que los precios farmacéuticos que pagan los servicios sanitarios públicos se incrementen hasta niveles estadounidenses, mucho más altos. Exigirán que el NHS -el sistema nacional de salud británico-, de gran calidad y muy querido por la ciudadanía, se abra a sus empresas privadas. Y esto implicará desde que grandes corporaciones privadas hospitalarias norteamericanas adquieran hospitales británicos al completo, a que gestionen ciertas actividades y servicios sanitarios, los más tecnificados, por su alta rentabilidad. También cambiará la seguridad alimentaria, dado que EEUU permite contaminantes químicos alimentarios que son ilegales en Europa, y, el control de su industria alimentaria es mucha menos estricto que el de la Unión Europea, vigente actualmente en las islas.

Apoyándose en la necesidad del Tratado y en sus obligaciones, el Partido Conservador británico conseguirá la privatización del Sistema Nacional de Salud, que lleva persiguiendo desde hace cuarenta años, el gran sueño de Margaret Thatcher. Y para los EEUU de Trump el Tratado será como un gran portaviones de su flota, permitiendo aterrizar a sus grandes corporaciones farmacéuticas y sanitarias en territorio europeo. Ganarán las corporaciones americanas y las élites británicas, y perderá la ciudadanía, la que agita las banderas. Por ello, cuando oigan la palabra Brexit, no vean las banderas, miren primero las pesetas.

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