Piensa en global, actúa en local

Aquella idea de que estamos interconectados ha cobra más fuerza y nos hace replantearnos muchas cosas

Cuando los conservacionistas eran unas personas raras, románticas, un poco iluminadas, hasta frikis, fue cuando empezó a hablarse de la globalización y de la necesidad de pensar en ella sabiendo que lo que cada persona hace en su contexto inmediato es también parte de esa globalización y tendrá sus efectos sobre ella. Vamos, que nuestras acciones, las individuales, tienen consecuencias más allá de nuestro entorno inmediato, lo del aleteo de la mariposa y todo eso.

Ahora que un virus desconocido ha logrado que todo el planeta se sienta interpelado por la misma realidad, aquella idea de que estamos inevitablemente interconectados ha cobrado más fuerza y nos está haciendo replantearnos muchas cosas. Y quizá algunas de ellas tengan repercusiones en nuestro futuro, el individual y el colectivo.

En cualquier caso, nada ha cambiado tanto como para que no seamos capaces de reconocernos. O sí ha cambiado, pero aún resulta difícil ver ese cambio.

Por ejemplo, si hablamos de violencia de género ¿hay cambios? Sigue habiendo quienes niegan la existencia de esa realidad. Sigue habiendo quienes intentan intoxicarnos mezclado datos o hasta mintiendo. Siguen habiendo asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Pero hay un cambio radical en esta situación: estamos encerradas en casa y eso supone, para las mujeres que viven con su maltratador, un riesgo multiplicado por mucho. ¿Podemos imaginar la angustia del encierro añadida a la de vivir con quien no nos valora, con quien nos desprecia, con quien nos cree de su propiedad y se siente con el derecho a agredirnos?

En este momento lo de pensar en global y actuar en local es vital: no podemos hacer oídos sordos si cerca de nosotros existe alguna situación que podamos sospechar de maltrato. Aunque no es solo el compromiso individual el que se requiere: el Ministerio de Igualdad ha elaborado un plan específico para esta situación, con recursos concretos… Y nuestro ayuntamiento ¿qué ha hecho la administración que está más cerca de la ciudadanía? De momento, poco. Se han cerrado la mayoría de servicios municipales para proteger a las personas que allí trabajan, eso es positivo. Pero eso deja a muchas mujeres de Granada sin saber a dónde acudir. Ya es imprescindible que se organice un plan específico para atender a las mujeres víctimas de violencia de género, que se pongan en marcha medidas y recursos accesibles para ayudar a quienes, ahora más que nunca, tanto lo necesitan. Un ayuntamiento es, siempre, el primer eslabón de la cadena de servicios que cualquier administración presta a la ciudadanía, por eso esperamos tanto de ellos.

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