La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Pin... pam pum

Maquiavelo es el pasado. Ahora el 'Principito' lo reescribe Iván Redondo, con la "P" de Pedro

Era previsible. Con Iván Redondo en la sala de máquinas dirigiendo el tráfico de la trinchera, la misión de aquel Sánchez que mintiera a sus votantes (de lo cual ejerce jactancioso y sin escrúpulos), está clara: dejar antiguo a don Nicolás. Maquiavelo es el pasado. Ahora el Principito lo reescribe él, con la "P" de Pedro.

El primer cebo llega al nivel de escándalo. Era consciente Sánchez de la provocación cuando abrió la puerta giratoria a su exministra de Justicia hacia la Fiscalía General del Estado. Sabía cuál era su objetivo al profanar ese aceptado principio general de la democracia llamado división de poderes. El aviso no sólo es al Poder Judicial, sino al Estado democrático, cuyo desprestigio puntual conviene y mucho a los nacionalismos que explotan a Sánchez. Su hipoteca independentista devenga esa carísima cuota.

El siguiente cebo sigue la escaleta del necesario guión previsto. Tan ruidoso como aquel, para no bajar el nivel. Irán cayendo más todos los martes, tras cada Consejo de Vicepresidentes, Ministros y Ministras. No les preocupa la división entre españoles, la necesitan hasta el extremo... izquierdo. Procuran profundizar ahí, donde presumen el beneficio electoral aunque el precio sea esa brecha.

Ahora le toca a la Educación. Con el cebo del "pin parental" han puesto la primera trampa con la que continuar el partido, avivado con ese improperio ministerial sobre la propiedad de los hijos. Para no suavizar el constante ánimo divisorio: pin… pam pum. Se ven con ventaja contra equipos que buscan su identidad, que aún debaten si jugar por el centro o por la banda derecha. Compiten sabiendo, además, que con Lola de fiscal jefe, el árbitro será casero.

Qué más quisiéramos, quienes vemos la ley siempre con respeto, que Sánchez pusiera en Cataluña el mismo afán defensor de la identidad progresista que pone en Murcia, para que ir al cole catalán no sirva para salir a los años, graduado en odio a España. Que su sensibilidad por la libertad de nuestros hijos fuera igual de valiente contra un gobierno legítimo murciano como contra otro con afán golpista, catalán.

Pin… pam pum. Las embajadas de Torra que Borrell vetó, ya sí cuentan para Pedro. No le vale que la JEC inhabilite a Quimet, ¿ni siquiera que lo ratifique el Supremo? Sánchez, pin… pam pum, que esperan Bildu y PNV, con el mismo troleo identitario que les garantice la brecha, su esperanza. Y a seguir cavando trincheras. Y proponiendo cebos a la derecha: y pin… pam pum.

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